La Mandataria visitó la tierra de sus antepasados.
Tiene previsto ir a la casa que perteneció a su familia e inaugurar un parque que llevará su nombre.
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| La Mandataria en Dijon. |
La Presidenta Michelle Bachelet fue nombrada "ciudadana de honor" de la región francesa de la Borgoña, en un acto celebrado en su Consejo Regional, en la ciudad de Dijon.
En su tercera jornada de visita oficial a Francia, Bachelet se trasladó a esta zona del este del país, de la que es originaria su familia.
La Mandataria agradeció el nombramiento ante los representantes del Consejo Regional y de su presidente, François Patriat, y luego abandonó la ciudad con dirección a Chassagne Montrachet.
"Me salgo sólo por un momento de mi investidura y soy la hija de Alberto Bachelet, la tataranieta de Louis Joseph, una mujer chilena de ancestros franceses que reconoce entre su herencia múltiple, rural y mestiza. como es la de la mayoría de los chilenos y chilenas. una raíz que la acerca a estos viñedos de la Borgoña", declaró.
La jornada de regreso a sus orígenes incluyó la visita a la casa familiar de su tatarabuelo, Louis Joseph Bachelet, y la inauguración de un parque que desde ahora llevará el nombre de la Presidenta, emocionada con el recuerdo de sus antepasados galos.
Fue el tatarabuelo el que abandonó en 1859 las tierras francesas y, con sus cuatro hijos, emprendió la aventura de instalarse en el Nuevo Mundo, adonde llevó sus conocimientos vitivinícolas.
"El vino fue el oficio de los primeros Bachelet y el vino es parte de la herencia chilena", destacó la Mandataria antes de recordar los versos de Pablo Neruda que comienzan: "Vino, color de día, vino, color de noche, vino con piel de púrpura...".
"Qué alegría ver las colinas cubiertas de vides de las que tanto oí hablar en mi niñez, así como las casas de Chassagne Montrachet", declaró Bachelet ante la alcaldesa de la localidad, Françoise Moreau, y numerosos vecinos que acudieron a recibirla.
Bachelet visitó la casa que fue de su familia en una de las callejuelas de esta pequeña localidad, famosa por sus caldos y que celebró una jornada especial por la llegada de una Presidenta, ante la que un grupo de escolares cantó una canción de bienvenida.
Después del recibimiento popular y de las autoridades, la presidenta fue invitada a almorzar en el castillo de Chassagne Montrachet, en un acto privado con el que terminó su actividad pública.
