Orión Aramayo renunció al organismo en julio de 2010.
Dijo que la metodología del Instituto Nacional de Estadísticas debe modernizarse.
Orión Aramayo criticó el proceso de realización del Censo 2012.
El ex subdirector del INE y ex jefe del Censo 2012 en el organismo, Orión Aramayo, señaló que es "muy importante para el país" que se discuta sobre este proceso, porque "no saben el daño a la tradición, al Estado y a la República que se está haciendo".
El profesional indicó en La Hora del Taco de Radio Universo que "las recomendaciones internacionales, principalmente de Naciones Unidas, son que un censo, como mínimo, debe prepararse con cinco años de anticipación. Los censos son la operación más grande de un Estado en tiempo de paz, sólo las guerras son más complejas".
Aramayo, que renunció en julio de 2010 al INE, explicó que "entre marzo de 2010 y julio del 2010 seguí insistiendo que era posible y era factible hacer ciertas modificaciones de modernización del censo que eran fundamentales y necesarias".
"Desde julio del 2010 a abril de 2012 era prácticamente imposible preparar un censo y mucho menos hacer modificaciones y cambios estructurales a una tradición de 200 años", añadió el ex subdirector del organismo.
"Esto es muy importante para el país. No saben el daño a la tradición, al Estado y a la República que se está haciendo. Creo que solamente con el tiempo podremos medirlo y es muy bueno que nos enteremos y conversemos sobre esto, porque no debe volver a ocurrir", enfatizó Aramayo.
El ex jefe del censo propuso que "las soluciones son INE autónomo, con un período de sus autoridades de más de 10 años, para que puedan vivir dos censos, con un presupuesto acorde a la realidad y con una alta modernización, porque el INE sigue trabajando con metodologías del siglo pasado".
Serie de errores
De acuerdo con Aramayo, los principales errores del Censo 2012 fueron: "Uno. Haber hecho un censo muy apurado. Dos. Haber cambiado a lo menos tres veces la decisión (sobre la forma en que se haría). Tercero. Hubo a lo menos cinco jefes de censo, dos antes que yo y tres después que yo. Y luego, la presión política de hacerlo de una forma media megalómana, de hacerlo el mejor del mundo".
A juicio del experto, las personas que hicieron el censo "tienen una comprensión lectora y una expresión escrita peor" que la de un niño de quinto básico, por lo que "la cantidad de errores al tener voluntarios, de los cuales la mitad son estudiantes de cuarto medio, es mucho más grande".
Nuevo censo y verdaderos problemas
"Si alguien pretende o propone hacer un censo el 2015, lo que tendría que hacer es una propuesta de cambio de modelo estadístico y si se hace, no se hace necesariamente para corregir lo que ellos dicen que hay que corregir: el tema de vivienda y el tema de población", explicó Aramayo.
El ex subdirector detalló que "para llegar al 100 por ciento se hacen infinitos los costos. No puedes técnicamente llegar al 100 por ciento. Entonces, cuando me dicen que el problema son 9,3 de la población que no se censó, ese no es el problema. Lo que está subyacente es que la caracterización de nuestra población, que es lo que sí realmente aporte un censo, estuvo mal hecha".
Además, Aramayo reveló que "el 2002 no se alcanzó a censar Puente Alto, se estuvo censando un mes y medio después con los funcionarios del INE. El censo de un solo día, nunca fue en un solo día, siempre duraba mucho más de un día en las zonas rurales, pero en comunas complejas como Puente Alto, no se alcanzó a censar toda la población y en un minuto se para, porque no se puede seguir".
Por último, a juicio del ex subdirector del Instituto Nacional de Estadísticas, todo lo ocurrido respecto a la aplicación del censo 2012 "era crónica de una muerte anunciada".
