El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago dejó en prisión preventiva a los dos acusados por el homicidio frustrado de la enfermera Pola Álvarez, quien fue víctima de un ataque mientras salía de su trabajo en la Clínica Cordillera, en Las Condes.
Ambos sospechosos fueron detenidos en la noche del martes y en esta jornada se informó que se tratan de una ex compañera de trabajo y su pareja.
Así, esta tarde se realizó la audiencia de control de detención y la posterior formalización de cargos.
La jueza Ximena Rivera dijo que "está de acuerdo este tribunal con que existen dos razones para poder entender que la prisión preventiva es la medida cautelar que corresponde aplicar en este caso".
La primera razón, según argumentó, tiene relación con la protección de la víctima: "Vive cerca de la clínica, claramente el imputado conoce el lugar donde vive, la imputada conoce a la víctima personalmente y también conoce su lugar de trabajo".
"Si en definitiva se intentó una agresión que se frustró, nada obsta a que se intente nuevamente esa agresión", explicó Rivera.
Patricio Álvarez, padre de la víctima, dijo estar "agradecido de la labor que está desarrollando la Fiscalía, muy profesional y muy rápida, conjuntamente con la Policía de Investigaciones, ante quien realmente me saco el sombrero, porque en mi fuero interno nunca pensé que iba a ser tan rápido".
"En el caso puntual creo que también se conjugaron las cosas para tener un resultado positivo y haber seguido la línea investigativa que, de alguna manera, yo hice pública, porque yo, con el antecedente que tenía, sabía que la mano venía con esta mujer que trabaja con mi hija", agregó.
Ambos sujetos, que no tenían antecedentes, fueron considerados un peligro para la sociedad, y debido a la imputación del delito de homicidio calificado en grado frustrado arriesgan entre 10 a 15 años.
La investigación tendrá una duración de 90 días, la mitad de lo solicitado por parte del Ministerio Público, periodo en que se mantendrán con la medida cautelar.
DESCARGOS DE LA CLÍNICA CORDILLERA
"Como centro de salud condenamos todo tipo de violencia y acoso laboral, tanto dentro como fuera de nuestras instalaciones. Nos encontramos sumamente afectados por el ataque que recibió una de nuestras funcionarias, y solidarizamos con ella y su familia en esta delicada situación".
Así comienza un comunicado difundido esta tarde por la Clínica Cordillera, blanco de críticas del padre de la afectada por no haber tomado "medidas pertinentes" para evitar la agresión.
"Estamos abocados por completo, con nuestras mejores capacidades profesionales y clínicas, a la recuperación de Pola Álvarez y agradecemos la eficiencia y dedicación de nuestros equipos médicos y área de Urgencias por que han permitido salvar su vida. Como institución, contamos con protocolos claros ante denuncias formales de acoso laboral y de conductas indebidas en el lugar de trabajo y explicitadas en el reglamento interno, este protocolo activa el procedimiento correspondiente para investigar conductas no aceptables", señaló María Luisa Lancis, directora médica del establecimiento.
"Actualmente, nos encontramos en permanente comunicación con la familia de Pola Álvarez y le brindaremos todo el apoyo médico, psicológico y la contención emocional necesaria para superar este suceso. Asimismo, implementamos un programa de acompañamiento psicológico a toda el área de Urgencias, lugar de trabajo de Pola. Y a los colaboradores de otras áreas que así lo requieran, acciones que van en beneficio del servicio que seguimos entregando a nuestros pacientes y usuarios", agregó.
"En paralelo a este difícil momento, nuestra área de Urgencias y centro médico ha mantenido su funcionamiento a público, cumpliendo con nuestro propósito institucional de brindar un servicio de salud de calidad, accesible, confiable y cercano a las personas", concluyó el escrito.
