La ex vicepresidenta de Junji reconoció que fue un error defender al sacerdote.
Además, confidenció que "respeta con envidia" lo sucedido con Van Rysselberghe.
Ximena Ossandón, la ex vicepresidenta de la Junji, se refirió a la condena que recibió Fernando Karadima, a quien defendió en un primer momento, por parte del Vaticano y sostuvo que al sacerdote sólo le queda asumir el castigo.
El ex párroco de la Iglesia 
de El Bosque debe "recluirse, rezar mucho y prepararse para la muerte". Y agregó que su responsabilidad es doble o triple por la cantidad de gente sobre la que influyó.
Ossandón también tuvo palabras para la situación de Jacqueline van Rysselberghe, quien se mantuvo en la Intendencia del Biobío tras la polémica por la entrega irregular de beneficios habitacionales, indicando que "respeta con envidia" la decisión del Gobierno.
"En lo personal me habría gustado que evaluaran mi gestión como con la Jacqueline, no hubo un sentémonos a conversar, toda persona merece, al menos, 10 minutos para que se pueda defender. Me hubiese encantado dar una explicación", señaló a El Mostrador.
"Respeto el resultado final (de la polémica de Van Rysselberghe), lo respeto con envidia", agregó.
En línea con ello, destacó la labor realizada por la UDI para evitar la salida de la ex alcaldesa de Concepción, ya que Juan Antonio Coloma "fue un interlocutor muy potente; esté o no yo de acuerdo, él se la jugó".
Ximena Ossandón dejó entrever, además, su deseo de continuar en el mundo político, señalando que "no tengo ningún problema en postular a un cargo del Sistema de Alta Dirección Pública (ADP). No he cometido ningún pecado, no estoy enterrada y espero resucitar luego".
Aprovechó de explicar que no encontraba reguleque su sueldo de 3.729.923 millones de pesos, ya que en indicó que en Twitter colocó que "los que realmente tienen sueldos bajos son mis funcionarios, no reguleques".
