Carlos Larraín, presidente de RN, acusó a la Concertación de realizar una tarea "de perforación" ante cada una de las propuestas del Gobierno y de mostrar un cuadro negativo ante cualquier planteamiento.
"Creo que el año transcurr
ido demuestra mucha capacidad de concepción y realización de ideas: en la práctica estamos enfrentados a una oposición muy dura en ambas ramas del Congreso y eso enturbia el cuadro. Ahí se cometió un error al proceder de buena fe y someter al congreso muchas iniciativas que son perforadas por la oposición", indicó a El Diario de Cooperativa.
El senador llamó a la oposición a que "no sean tan cataplasma" ni "tan negativos", señalando que "son mayoría en ambas cámaras, pero no lo hagan notar tanto".
Por contraparte, el timonel del PS, Osvaldo Andrade, indicó que "el Gobierno no quiere entender que ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados tiene mayoría y que para generar una lógica de aprobación de sus proyectos tiene que conversar con la oposición, pero este Gobierno no conversa, sino trata de imponer".
"En la tramitación del proyecto del postnatal el ministro secretario general de la Presidencia y de Hacienda no existieron, se le entregó la responsabilidad a la ministra del Sernam, quien menos tiene que ver con esto, la ministra del Trabajo nunca fue y al ministro de Salud le dio sueño y se fue", acusó.
"¿De qué conducción política estamos hablando? Si el senador Longueira tuvo que hacerse cargo de la ausencia del Gobierno y terminó irritado porque el Gobierno no lo respaldó", añadió el ex ministro del Trabajo.
Cuenta pública del 21 de mayo
Ya sobre la cuenta pública del pasado 21 de mayo, el diputado Osvaldo Andrade sostuvo que hizo falta un "mea culpa" por parte del Presidente Piñera en relación a las propuestas incumplidas.
"Lo mejor fueron los anuncios: el Ministerio del Deporte y la Subsecretaría de DD.HH., hubo varias promesas del Presidente que evaluaremos el próximo 21 de mayo, que son sugerentes y dan una perspectiva de lo que hay que hacer, pero nos faltó la cuenta, que es lo central del discurso, que es la aseveración y reiteración de lo hecho y un reconocimiento de lo no hecho", apuntó.
En respuesta, Carlos Larraín replicó que "yo he asistido a varios discursos y nunca he oído a ningún Presidente que haga mea culpa: el discurso de 21 de mayo es una cuenta de lo hecho, no puede ser una cuenta de lo no hecho".