El Presidente Gabriel Boric declaró que su mandato "seguirá siendo dialogar hasta que duela para poder sacar adelante todos los acuerdos".
Esto en directa respuesta a la reunión que sostuvieron Nicolás Grau y Maisa Rojas, ministros de Economía y Medio Ambiente, respectivamente, en la casa del exalcalde Pablo Zalaquett (UDI) con empresarios de la salmonicultura, cita que no fue registrada por Ley de Lobby.
La controversia la destapó esta semana Ciper, que luego, en otro reportaje, señaló que también ha ocurrido con los titulares del Interior, Carolina Tohá, de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, del Trabajo, Jeannette Jara, y de Agricultura, Esteban Valenzuela, con otros actores privados vinculados a sus áreas, como dirigentes de las AFP, de la Sofofa u organizaciones sociales.
Esta jornada, el Mandatario dijo que "el estándar tiene que ser cumplir la ley y en el cumplir la ley nadie se puede exceptuar ni buscar excusas para no hacerlo, cuando la ley se incumple tienen que establecerse las sanciones que correspondan".
Pero "acá no ha habido ningún incumplimiento de ley", enfatizó.
"El mandato que yo le entregado a todos nuestros colaboradores es que se reúnan con todas las actorías para poder sacar adelante acuerdos que vayan en beneficio del pueblo de Chile, y los ministros en específico se han referido en detalle a estos temas", puntualizó.
Además, indicó que "hay veces que me ha tocado escuchar críticas porque no hay espacio de diálogo entre el Gobierno y equis actoría; la ministra del Trabajo, por ejemplo, se reúne permanentemente, y pueden dar cuenta de ello con las dirigencias sindicales, con organizaciones de trabajadores, y también en el marco de reformas tan profundas e importantes, se tiene que reunir con todos los actores".
Por lo anterior, el Jefe de Estado recalcó que "el mandato va a seguir siendo dialogar hasta que duela para poder sacar adelante todos los acuerdos que vayan en beneficio del pueblo de Chile en el cumplimiento del marco legal vigente".
En el Ejecutivo defienden que no existió transgresión a la Ley de Lobby, pues ésta obliga a registrar las reuniones sólo cuando se tomen decisiones o se busque beneficiar un interés particular, que en estos casos no ocurrió: según dicen en Palacio, los encuentros fueron espacios de diálogo a fin de de acercar posturas entre el mundo político y empresarial.
No obstante, voces en el Frente Amplio sostienen que les hubiese gustado que se aplicara la Ley de Lobby, pues aquello habría evitado dudas y fijado un estándar sobre transparencia.
