En su primer discurso como Presidente electo, José Antonio Kast prometió a los chilenos este domingo que durante sus cuatro años de gobierno "vamos a restablecer el respeto a la ley", que a su juicio, se ha perdido durante el último tiempo en nuestro país.
Al inicio de su alocución en la sede del Partido Republicano, que se extendió por 53 minutos, reflexionó: "Por demasiado tiempo en Chile, las personas se sentían solas: nadie las escuchaba ni las defendía. Todos hablaban de los problemas, pero los problemas seguían y se agrandaban, en vez de achicarse, porque las personas no estaban conscientes de las responsabilidades que tenían en sus distintos cargos de servicio público".
Por lo anterior, aseguró que "vamos a restablecer el respeto a la ley, en todas las regiones, sin excepciones, sin privilegios políticos, administrativos ni judiciales, porque son los ciudadanos a los que tenemos que atender, no a aquellos que tienen ámbito de poder".
Tras agradecer a los excandidatos de la derecha, Johannes Kaiser y Evelyn Matthei, por darle su apoyo el mismo día de la primera vuelta, y así permitir la fusión de sus equipos, adelantó: "Nos van a tocar momentos muy difíciles, donde tendremos que tomar decisiones muy relevantes (...) Eso exige responsabilidad y cuidar todo lo que hacemos para que sea en pro de Chile, no en pro de alguien".
"Tenemos que instalar una cultura de trabajo en conjunto, de confianzas, y eso se puede hacer, más allá de las diferencias que podemos haber tenido en distintas etapas de nuestra vida política", subrayó.
"Respeto" a la futura oposición
Antes de mencionar a la excandidata oficialista, Jeannette Jara, pidió "respeto y silencio" a sus seguidores, que de todos modos abuchearon su nombre: "Un gobierno tiene partidarios y opositores, y eso es normal y legítimo. Y claramente, con Jeannette Jara tenemos profundas diferencias... El respeto es lo que va a marcar nuestra gestión, porque si no lo logramos, la división va a seguir de manera permanente".
"Podemos tener diferencias duras, podemos creer en algo muy distinto para nuestra sociedad, pero si prima la violencia, si priman los gritos destemplados, es muy difícil que salgamos adelante. Y eso tenemos que grabarlo a fuego. Alguien puede ser de una ideología distinta, pero es una persona, igual que nosotros", zanjó el Presidente electo, sacando aplausos del público.
Volviendo a referirse a la exministra, sostuvo que "asumió un desafío muy difícil, y se la jugó en su estilo hasta el final y eso, al menos yo, lo valoro. Uno valora cuando el adversario hace lo posible por ganar (...) Le reconozco el coraje de haber tomado la decisión, y de haber alineado a sus partidarios".
"Un gobierno no se construye sólo con los partidarios. La oposición es importante (...) Hace muchos años, mi hija me preguntó: 'Papá, si todos fueran de derecha, ¿el mundo sería mejor?' y le dije, 'no necesariamente'. Porque la naturaleza humana no falla, y los temas que afectan a las personas no tienen color político", puntualizó.
Kast hizo ver que "hay personas que se portan bien en la izquierda y la derecha, y hay personas que se portan mal en la izquierda y la derecha. Lo importante es que cada uno de los que estén acá, en lo que les corresponda, lo hagan bien. Hagan las cosas por el gusto de hacerlo bien".
Con todo, "pedimos altura de miras y sentido común a nuestra oposición. Si vamos a combatir el crimen organizado, a recuperar nuestras cárceles, a mejorar el sistema de salud, a mejorar la educación, los necesitamos a ustedes también".
"Ganó Chile"
El futuro Mandatario también agradeció a toda la ciudadanía por el aplastante resultado de esta segunda vuelta: "Los chilenos están esperanzados de lo que podemos hacer, y por eso les digo gracias por este triunfo".
Para Kast, esta victoria da cuenta de que "millones de chilenos decidieron ponerse de pie, decidieron volver a levantarse, y quiero decir con seriedad, pero también con emoción, que este no es un triunfo personal, ni de un partido, del cual me siento orgulloso (...) Aquí ganó Chile, y la esperanza de vivir sin miedo".
"Ganó ese Chile que trabaja, que madruga, que cría en sus familias a sus hijos con mucho sacrificio, que cumple con esfuerzo con sus obligaciones, que cuida a sus personas mayores y que sólo quiere vivir tranquilo", aseveró.
Por tanto, relevó que "Chile nos dio un mandato claro, un mandato que no admite excusas, un mandato que no permite demora. Chile quiere un cambio, no quiere más continuidad. Y eso es lo que Chile va a tener: un cambio real", antes de reconocer que para las urgencias del país "no hay soluciones mágicas. Pero hay algo más fuerte: un país dispuesto a trabajar unido y en serio".
"Esta noche no les prometo magia, les prometo trabajo, carácter, orden, decisión y convicción. Porque hoy Chile nos exige unidad, no como consigna, sino como aprendizaje histórico. Cada vez que nos hemos dividido, hemos retrocedido, cada vez que nos hemos unido, hemos logrado lo que parecía imposible", remató.