Los huelguistas acusan que el Gobierno no ha cumplido con su parte de las conversaciones.
"No estamos dispuestos a ser utilizados", dijo el vocero Rodrigo Curipán.
Ocho comuneros de la cárcel de Angol iniciaron una huelga de hambre seca, una forma de extremar la medida de presión que ya cumple 113 días, solicitando que se cumpla la aplicación del Convenio 169 de la OIT, que se hace cargo de las particularidades en materia jurídica cuando se trata de condenados o procesados pertenecientes a pueblo originarios.
Debido a esto, desde las comunidades indígenas hicieron un llamado a movilizarse porque -argumentan- el Gobierno no ha cumplido con su parte respecto a las conversaciones que desarrollaron los voceros de los comuneros mapuche durante este fin de semana.
El vocero de los comuneros, Rodrigo Curipán, sostuvo que "el ministro con el subsecretario lamentablemente han tratado de jugar a una situación igual a la que se resolvió con el machi Celestino Córdova mediante carta y recomendaciones o intermediarios, esa situación en el caso de los huelguistas de Angol no va a suceder".
"No estamos dispuestos a ser utilizados, a que se nos maneje de acuerdo a las imposiciones que tiene el Gobierno, sino que tiene que ser un acuerdo", agregó.
En tanto, en la zona se incrementará la seguridad ante el llamado a movilizarse.
