Conaf dispone 10 brigadas con base en Chillán, Pemuco, Quillón y Quirihue.
Este año se suma un helicóptero Chinook de 10 mil litros de capacidad.
El presupuesto regional asciende a 1.200 millones de pesos para prevención y combate de incendios durante esta temporada.
La Región de Ñuble cuenta con 677 brigadistas y 13 aeronaves para enfrentar incendios forestales, durante el período de mayor ocurrencia, según fue informado en el lanzamiento del plan de prevención y combate de siniestros para la temporada 2019-2020.
El intendente Martín Arrau recordó que el año pasado se siniestraron 2.100 hectáreas en la región. "Siempre nos fijamos en las llamas, pero es después cuando nos damos cuenta de las consecuencias reales, que son la falta de forraje para animales, la pérdida del sustento de una familia y el daño ambiental", planteó.
Domingo González, director regional de Conaf, señaló que "este año se dispone un presupuesto regional de 1.200 millones de pesos, lo que permitirá sostener la labor operativa de 120 personas distribuidas en 10 brigadas, nueve de ellas terrestres y una helitransportada, con base en las comunas de Chillán, Pemuco, Quillón y Quirihue".
La infraestructura aérea la integran un avión cisterna, un helicóptero mediano, un avión cessna de coordinación y un helicóptero Chinook de 10 mil litros de capacidad, con sede en el aeródromo Bernardo O'Higgins de Chillán, que además apoyará las labores de combate en las regiones del Maule y Biobío.
El plan regional involucra la reactivación de una mesa de trabajo entre Intendencia, Conaf, Onemi, el Ejército, las policías, bomberos y empresas eléctricas y forestales.
Angeline Castillo, vicepresidente del Departamento de Protección de Corma, indicó que "las empresas asociadas han dispuesto para la zona 500 brigadistas, nueve aeronaves, maquinaria pesada, carros cisternas y skidders; mientras que para la alerta temprana se cuenta con cinco cámaras robots y 21 torres de vigilancia".
Finalmente, el Ejército dispone tres brigadas que suman 57 hombres para construcción de zanjas y cortafuegos y extinción en segunda línea, mientras que el 70 por ciento de los bomberos están capacitados para apoyo en incendios forestales.
