El diplomático Eduardo Rodríguez afirmó que para solucionar el impasse por el gas y el impuesto diferenciado a las bencinas hay que "respetar los códigos" de Buenos Aires.
El abogado y ex embajador de Chile en Argentina Eduardo Rodríguez Guarachi aseguró que para negociar con el vecino país una solución al conflicto energético que se vive actualmente, lo primero que se debe hacer es "entender" al vecino país y "respetar los códigos", porque "los códigos argentinos son distintos a los nuestros".
En conversación con El Diario de Cooperativa, el académico de la Universidad Diego Portales afirmó que aunque el impuesto diferenciado que afectará la compra de combustible por parte de extranjeros en zonas fronterizas no fue anunciado adecuadamente por Buenos Aires, "es una decisión soberana" y que "no está referida exclusivamente a Chile".
"Poner este incidente en el contexto de lo que significan las relaciones internacionales de Chile y Argentina, la importancia de tener una adecuada, correcta y profunda relación con la República argentina", aseveró.
El ex embajador, quien representó durante cuatro años al gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle ante la Casa Rosada, explicó que la solución para esta situación, así como en el tema del envío de gas natural, pasa por "negociar, negociar y negociar, en forma sutil, inteligente, dura cuando sea necesario, y ojalá que esta negociación sea lo más confidencial posible".
"Creo que no es buena esta escalada de opiniones que van subiendo de tono, una opinión trae otra opinión, una respuesta trae otra respuesta, y eso no es conducente ni positivo", comentó.
El también presidente de Petrolera del Sur, que con la mendocina Tecnicagua busca adjudicarse el proyecto Tren Trasandino Central, entre Los Andes y Mendoza, enfatizó: "No soy un defensor de Argentina, pero sí creo en la importancia de mantener buenas relaciones".
"Los argentinos son bastante distintos a nosotros, algunos de los chilenos creen que somos mejores, no es así, somos distintos. Proceden de manera distinta, tienen formas diferentes y a veces valores distintos. Dicho eso, tal vez faltó prolijidad, palabra muy argentina, prolijidad para tomar una iniciativa de esta naturaleza. Tal vez esto debería haber sido comunicada, como denomino, a través de una diplomacia paralela, confidencial, sin fotos", profundizó.
El jurista detalló que incluso bajo el gobierno de Ricardo Lagos la entonces canciller Soledad Alvear le encargó realizar gestiones en Buenos Aires, por una anterior diferencia sobre el tema del gas, la que se hizo en completa privacidad.
"Los argentinos tienen ciertas características, que son diferentes a las nuestras. Son un pueblo más imaginativo, no tienen la rigurosidad nuestra (en materia) jurídica, producto de nuestra historia. Tercero, es un país que ha tenido una gran inestabilidad política, y ahí hay grandes consecuencias que se observan en el devenir del proceso argentino. No es que no se apliquen estrictamente los tratados, tienen una mayor flexibilidad para interpretarlos", consideró.
Además, Rodríguez Guarachi se preguntó si "hay alguna parte donde no se tengan sinsabores en materias comerciales, en materias políticas".
Aunque Buenos Aires, equivocadamente, "privilegia sustancialmente su política interna sobre la política externa", cualquier solución para sólo por "una negociación permanente", concluyó. (Cooperativa.cl)
