La Moneda esperaba concluir hoy su tramitación, pero la iniciativa pasará a comisión mixta.
Diputados de oposición insistieron en rechazar que el Estado subsidie los salarios que pagan las grandes empresas.
El ministro Sichel se había manifestado confiado en la ratificación de la iniciativa.
El gobierno sufrió un nuevo revés en el Congreso este miércoles, luego que la Cámara de Diputados decidiera enviar a comisión mixta el proyecto de ingreso mínimo garantizado, que había sido aprobado este martes por el Senado.
El ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, se había manifestado confiado en la ratificación de la iniciativa, pero no logró los votos suficientes para su aprobación.
Esta situación se debió a que parlamentarios de oposición cuestionan que el subsidio sea para todos los trabajadores sin distinción y piden que se focalice en empresas pequeñas y medianas, pero no en empresas grandes.
La diputada Alejandra Sepúlveda (FRVS) dijo que "no es posible que estemos entregando un subsidio a las grandes empresas, lo que le estamos pidiendo al gobierno es que solo podamos focalizar esto tan importante como el ingreso pero para los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas".
Sichel criticó decisión de la Cámara
Tras conocer esta decisión, Sichel planteó que "las malas noticias, primero es que vamos a tener que explicarles a 670 mil trabajadores porqué se posterga la posibilidad de pagar desde ya el subsidio".
"La segunda mala noticia es que 200 mil de estos trabajadores, los diputados de oposición están diciendo que no tienen derecho a este beneficio, simplemente porque trabajan en una empresa que vende más, a pesar que tiene el mismo sueldo que sus vecinos, que la gente que vive en el barrio y por lo tanto los vamos a discriminar injustamente", dijo.
Para el ministro, "la tercera mala noticia es que se nos alarga un proceso, que a esta altura, después de cuatro meses de la crisis social y de que fue presentado este proyecto de ley, parece una comedia de equivocaciones, en el Senado construimos un gran acuerdo".
A su vez, el diputado de la UDI, Guillermo Ramírez, criticó que "este va a ser un beneficio que no va a ser para todos los que tengan ingresos bajos".
"De manera inexplicable, en la mitad de una crisis social, la oposición tomo la decisión de dejar afuera a 200 mil chilenos de bajos ingresos por ser trabajadores de empresas grandes. Este no era un beneficio para las empresas, este es un beneficio para los trabajadores y resulta ser de una discriminación inaceptable que 200 mil familias en Chile no vean un aumento en sus ingresos por un gustito ideológico de la oposición", añadió.
La iniciativa entrega un complemento -de cargo fiscal- a la remuneración bruta mensual de los trabajadores dependientes con más bajos sueldos.
El subsidio asciende a 59 mil 200 pesos para quienes ganan el salario mínimo (301 mil), lo que les permite alcanzar un monto bruto de 360 mil 200 pesos y un monto líquido de 300 mil.
