Se trata de José Gómez y Juan Pinto, que se adjudicaron la licitación de los buses alimentadores.
Experto Louis de Grange entregó pros y contras de esta reducción de las compañías.
Los empresarios de las "micros amarillas" Jorge Gómez y Juan Pinto se adjudicaron el 54 por ciento de la flota de buses alimentadores del Transantiago.
Gómez, controlador de las líneas STP y la quebrada Buses Gran Santiago, se quedará con las zonas F y G. Juan Pinto, controlador de Buses Metropolitana, Buses Vule y Comercial Nuevo Milenio, se adjudicó las zonas D, H y E, las que se suman a la I y J y a los troncales 3 y 5.
En vista de esto, el diputado DC Juan Carlos Latorre apuntó que está "en conocimiento de presentaciones que se han hecho en Contraloría objetando en algunos casos el procedimiento que se ha seguido para ir resolviendo las asignaciones. La rigurosidad de las asignaciones de los recorridos debe hacerse con plena garantía y la debida transparencia".
Por su parte, el UDI Gustavo Hasbún recalcó que "fue un cambio de los operadores de los alimentadores por un tema de desempeño y oferta que presentaron para la prolongación de los contratos y en ese sentido, antes de emitir opiniones a favor o en contra, hay que ver como se produjeron las ofertas".
Esta situación fue analizada por el experto en Transportes de la UDP Louis de Grange, quien precisó que "por un lado es bueno, porque se le está asignando a quienes han operado mejor, pero por otra parte se corre el riesgo de que se 'capture' al Estado, ya que las compañías son más grandes y tendrán mayor poder de negociación".
