Este año, los manifestantes de Berlín hicieron hincapié en demandar fin a la discriminación laboral que sufren los homosexuales.
Varios cientos de miles de personas desafiaron este sábado el mal tiempo en Berlín y celebraron la tradicional marcha del Orgullo Gay, que este año se centró en denunciar la discriminación en el mundo laboral.
Unas 60 carrozas desfilaron desde la céntrica Kurfürstendamm, pasando por la emblemática Puerta de Brandeburgo, hasta la Columna de la Victoria, en una marcha multicolor que sólo se vio ensombrecida por la intermitencia de los chubascos.
Aunque hubo momentos en los que parecía que los truenos pretendían hacer enmudecer el estruendo de la música tecno, todo ello no logró eclipsar el buen humor de los participantes.
Cuero negro, trajes de baño ajustados y disfraces chillones marcaron el aspecto de la masa de participantes en un desfile que se celebró con el lema "¡La diversidad busca trabajo!".
Con este lema, los organizadores quisieron llamar la atención sobre la discriminación que sigue habiendo en el mundo laboral y en la legislación alemana, donde las parejas de hecho todavía no están plenamente equiparadas a los matrimonios heterosexuales.
La marcha concluirá esta noche con la entrega del premio al coraje cívico, que este año irá al abogado sudafricano defensor de los derechos humanos Edwin Cameron y a la política socialdemócrata bávara Lissy Gröner.
El año pasado, el galardonado fue el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien lo recibió por su lucha por la equiparación de los derechos de los homosexuales.
La marcha del Christopher Street Day lleva el nombre de la calle de Nueva York donde nació el movimiento por los derechos de los homosexuales tras una acción policial contra ellos en 1969, y se celebra en numerosas ciudades del mundo. (EFE)
