Los especialistas de Salud se reunieron en Buenos Aires para analizar las situaciones particulares en la región.
La representante chilena indicó que se "tiene que ir más allá de los números" de víctimas y contagiados.
Autoridades sanitarias de seis países del cono sur acordaron optar por una "mirada cualitativa" sobre la influenza humana y concentrar esfuerzos en la prevención y la provisión de la vacuna, en vez de discutir la disparidad de datos oficiales sobre la expansión del mal en la región.
En la reunión, convocada por Argentina -el país con más muertes por la gripe en la región-, responsables sanitarios de Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay compartieron su preocupación por la evolución del virus AH1N1, según indicó en una rueda de prensa el ministro de Salud argentino, Juan Manzur.
Manzur afirmó que hay un "porcentaje alto" de circulación de la enfermedad en la zona, que es de entre el "85 y el 90 por ciento" del total de casos reportados de diversas variedades de influenza.
El ministro dijo, además, que existe una preocupación común en la región, pues "mucha de la producción de la vacuna" contra la gripe "ya está comprometida", inquietud ante la cual la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se comprometió a asegurar la provisión.
La jefa de la División de Prevención y Control de Enfermedades de Chile, Cecilia Morales, reconoció que "hay algunas diferencias en las formas en que se notifican y confirman los casos de la gripe A y la capacidad de los laboratorios de los diferentes países, pero uno tiene que ir más allá de los números y corresponde una mirada más cualitativa, más que mirar números".
En una videoconferencia con los funcionarios, la directora de la OPS, Mirtha Roses, consideró que "el número de casos confirmados que reportan los países refleja cada vez menos la situación real de transmisión" de la enfermedad.
