El gobierno de Donald Trump ha acelerado las expulsiones de inmigrantes indocumentados en medio de la pandemia del Covid-19.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) ha expulsado a alrededor de 10 mil personas sin papeles, todos los cuales cruzaron la frontera de Estados Unidos tras ponerse en marcha -desde el 21 de marzo pasado- una medida que permite a las autoridades devolver a los indocumentados sin pasar por un proceso.
Debido a esta norma de emergencia, decretada para evitar la expansión del coronavirus, la agencia actualmente sólo tiene a menos de 100 inmigrantes sin papeles, cuando hace un año sumaban cerca de 20 mil, según informó El País.
Los cruces ilegales disminuyeron en un 56 por ciento desde que se puso en marcha la medida, pero organizaciones que dan ayuda a quienes solicitan asilo acusan a Trump de ampararse en la pandemia para cerrar la frontera a quienes buscan refugio y violar acuerdos internacionales.
"El gobierno quiere proteger a los ciudadanos, pero también cerrar la frontera, por lo que este escenario le conviene", acusó la directora ejecutiva del Centro de Justicia Tahirih, abogada Shana Tabak.
En total, se ha registrado 33.937 migrantes detenidos en la frontera durante marzo, un 7 por ciento menos que el mes pasado, de acuerdo a la CBP.
Bajo la medida decretada por el gobierno de Trump los indocumentados son enviados a México o Canadá si no tienen antecedentes, pero si estos países vecinos no los pueden recibir son enviados a sus naciones de origen.
