La subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, se trasladó este miércoles hasta el Sector 5 de Reñaca, en Viña del Mar, para presentar un plan piloto con una serie de medidas restrictivas para la asistencia a las playas y balnearios durante el verano, preveniendo el riesgo de contagios con coronavirus.
"El uso de mascarillas es obligatorio, salvo cuando la persona se va a ir a meter al agua, y en caso de que la persona esté sin movimiento, estática, (se exigirá que) esté a dos metros de distancia de otra persona", dijo la autoridad.
Además, prosiguió, "tiene que haber cinco metros entre un grupo y otro grupo, no se pueden consumir alimentos en la playa, y llevar su botella de agua (cada persona) es fundamental".
Otra directriz es que "todo lo que sea utensilios de playa sean individuales, y también debe mantenerse el distanciamiento de un metro entre los artefactos personales", ya sean sillas, toallas u otros objetos, detalló.
Reginato arremete contra vendedores ambulantes: "No deben existir"
Por otra parte, consultada respecto a si habrá medidas para los vendedores ambulantes que suelen asistir a las playas, la alcaldesa de Viña, Virginia Reginato (UDI), señaló: "Los vendedores ambulantes de verdad que no deben existir, así que a quien le corresponde que los saque".
Además, la jefa comunal puntualizó que "tenemos que cuidarnos todos y para eso tenemos que tomar las medidas que corresponden. Si nos hemos portado bien, eso no quiere decir que tenemos que llegar hasta ahí, tenemos que seguir cuidándonos".
"La familia quiere salir, quiere disfrutar, no es obligatorio, por supuesto, pero yo creo que lo que hemos visto esta mañana es una buena medida, por lo menos para que las personas vayan entendiendo que tienen que respetar los espacios. Hoy yo creo que tenemos que seguir con la mascarilla, el lavado de manos y respetando los espacios sociales", detalló la alcaldesa.
En la misma línea, y con medidas similares, durante esta jornada la seremi metropolitana de Salud, Paula Labra, junto al ministro de Vivienda, Felipe Ward, presentaron el protocolo para la reapertura de piscinas públicas, privadas y de condominios.
En esta se estableció la distancia física de un metro lineal y un aforo que será definido según las áreas de esparcimiento del recinto y la superficie útil de la pileta.
