Con un total de 324.221 casos, es el sexto país con más contagios de todo el mundo, tras superar a México y Chile en un día.
Los expertos no vaticinan que la nación comience a bajar la curva hasta agosto.
El Ministerio de Sanidad sudafricano confirmó que el total de fallecimientos por la pandemia se eleva a 4.669.
Sudáfrica registró un récord de 216 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas transcurridas hasta este jueves, lo que eleva el total de fallecimientos a 4.669, según informó el Ministerio de Sanidad sudafricano.
Además, las autoridades han contabilizado 13.172 nuevos casos, que hacen que el total se sitúe en 324.221, según publicó el ministro de Sanidad sudafricano, Zweli Mkhize, en su cuenta de Twitter, en la que agrega que las recuperaciones se cifran en 165.591.
Estas cifras ubican al país no solo como el más castigado por la pandemia de toda África -acumula en torno al 45 por ciento de casos del continente-, sino como el sexto con más contagios de todo el mundo, tras superar a México y Chile en sólo un día.
El epicentro del Covid-19 en Sudáfrica -y por consiguiente, en África- es la provincia de Gauteng, donde se sitúan Pretoria (capital del país) y Johannesburgo (motor económico).
Sudáfrica ya mostraba tendencias preocupantes desde hacía meses, pero la pandemia se volvió especialmente virulenta tras la reapertura de la economía, el pasado 1 de junio. Las predicciones de los máximos epidémicos, sin embargo, continúan aún lejos, ya que los expertos no vaticinan que el país empiece a doblegar la curva hasta agosto.
"La tormenta está sobre nosotros", advirtió el pasado domingo el presidente del país, Cyril Ramaphosa, en un mensaje dirigido a la nación en el que comunicó que el gobierno reinstauraba algunas restricciones para paliar el avance explosivo del virus, como el toque de queda nocturno y la prohibición de la venta y distribución de alcohol.
Con esta última medida, se calcula que se evitarán unos 6.800 casos de atención médica (por violencia, accidentes, etc.) en las tres próximas semanas, con el objetivo de aligerar la tremenda carga que soporta el sistema sanitario. Esta ya resulta en hospitales saturados especialmente en Gauteng por el fuerte aumento de casos y en Cabo Oriental -provincia más pobre del país- por falta de medios.
Pese a las preocupantes cifras, el gobierno de Ramaphosa descarta, de momento, volver a un confinamiento duro como el que atravesó el país entre finales de marzo y comienzos de junio, con grave perjuicio para la economía.
