Maxi Sopo comenzó a actualizar su perfil con lo bien que la pasaba.
El camerunés de 26 años enfrenta cargos por fraude bancario en EE.UU.
Maxi Sopo llevaba la vida soñada de un fugitivo internacional: pasaba momentos relajados en las playas de Cancún durante el día, y salía de fiesta a las discotecas en las noches. Hasta que una red social lo "delató".
En medio de la jarana y el relajo, actualizó su página de Facebook con mensajes sobre cuánto se estaba divirtiendo, y luego agregó a un ex funcionario del Departamento de Justicia a su lista de amigos en el popular sitio web.
El joven camerunés de 26 años está ahora en una cárcel de la Ciudad de México, donde espera ser extraditado a EE.UU. para enfrentar cargos por fraude bancario. Sopo y un cómplice obtuvieron más de 200.000 dólares de manera fraudulenta de bancos y cooperativas de crédito.
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| "Sólo estoy aquí para divertirme, FIESTAAAAA", escribió Sopo. |
"Definitivamente, no estaba viviendo de la manera que queríamos que viviera, dados los cargos que enfrentaba", dijo el vicefiscal federal Michael Scoville. "¡La vida es muy simple, realmente! (...) Sólo estoy aquí para divertirme, FIESTAAAAA", escribió Sopo en junio.
Sopo, quien llegó a Estados Unidos alrededor del 2003, primero se ganaba la vida vendiendo rosas en las discotecas de Seattle, pero luego se pasó al fraude bancario. A fines de febrero, al enterarse que los agentes lo estaban investigando, partió a México.
Meses después, el agente del servicio secreto Seth Reeg lo encontró en Facebook. Su perfil era privado, pero su lista de amigos no y uno de ellos, para su desgracia, tenía antecedentes en el Departamento de Justicia.
