Los ángeles de hierro que conviven con los moai de Isla de Pascua

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Autor: Cooperativa.cl

El proyecto lo componen siete arcágeles de metal fundido de entre 67 y 202 centímetros de altura.

Con Paola Yancovic colaboraron los artesanos locales Joni Tuki y Pau Hereveti.

Los ángeles de hierro que conviven con los moai de Isla de Pascua
 Cristina Andonegui

"Uno de los objetivos era acercar los dos Chiles, el insular y el continental" dijo la artista Paola Yancovic.

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"Las figuras se mimetizan con el entorno. Recogen el color del pasto, del mar, del amanecer y lo reflejan", cuenta Paola Yancovic.

La artista chilena está convencida que fue eso, la mímesis, la no invasión, lo que hizo que las autoridades y los habitantes de la Isla de Pascua vieran su proyecto con buenos ojos.

La iniciativa se llama Hitu Merahi y está compuesta por siete arcángeles de metal fundido de entre 67 y 202 centímetros de altura que ya están colocados en un lugar estratégico, ceremonial, de cara al mar.

"Un sitio en el que se abre mucho el cielo", especifica la artista a BBC Mundo.

Sus esculturas son las primeras figuras que conviven al aire libre con los moai, la imagen de Pascua más conocida en el mundo.

El lenguaje del hierro

A Yancovic (Viña del Mar, 1968) le gustó el arte desde niña. "Gané premios de manualidades, cosas así", cuenta.

Estudió publicidad, pero su destino laboral estaba en otro lado: una fundición familiar.

Sin embargo, cuando su padre Sergio Yancovic murió y le dejó en herencia la empresa, hace 12 años, volvió a acercarse al arte.

"En el desierto de Atacama encontré unas maderas, unas raíces, y empecé a chorrearlas con hierro", cuenta la chilena.

Y ahí descubrió su lenguaje, "la antigua lengua del hierro".

Lily Garafulic, una tía abuela artista que obtuvo el Premio Nacional de Arte 1995 y murió en 2012, fue su mentora en la nueva aventura.

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"Una señal"

Con su estilo artístico ya bien definido, y con un proyecto de esculturas para Taiwán entre manos, fue cuando conoció a Ángeles Castaño.

La abogada le habló sobre los ángeles, su pasión, y ella prestó atención.

"A la mañana siguiente me levanté a fundir". Siempre funde temprano, hacia las 7.

Y al terminar, quedó sorprendida: "Las esculturas tenían unas grandes alas. Era una señal".

Convencida de ello, pasó los siguientes ocho meses trabajando sobre esas figuras.

Tomó las maderas que había recogido por todo Chile y armó con ellas la estructura de cada escultura.

Después las cubrió de aluminio fundido a más de 900 grados centígrados; las "chorreó", como dice ella.

Y les añadio piedras, carbón y arena.

Lo más difícil fue lograr "la luz de color" que tienen hoy las figuras; un brillo metalizado rosáceo, verdusco, azulado, cada figura un tono.

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"Luz de color"

Para ello puso en una olla pigmentos y ácidos.

"Tenías que vernos, a Lily (Garafulic) y a mí, fundiéndolo todo en una olla, como dos brujas", recuerda.

Hizo los arcángeles y los guardó durante un tiempo, sin saber muy bien qué hacer con ellos.

Fue al morir su mentora cuando encontró el lugar perfecto para ubicarlos.

En cumplimiento de una promesa que le había hecho, Yancovic visitó la Isla de Pascua.

"Al ser recibida con collares de flores y sentir el aire energizante, nació en mi una fuerte gratitud hacia sus habitantes", cuenta, mística.

"Fue entonces cuando surgió la idea de hacerles un regalo que trascendiera en el tiempo".

Amor a primera vista

Cuando le propusieron la idea, el alcalde de Isla de Pascua, Pedro Edmunds Paoa lo vio claro. Hitu Merahi tenía que estar en la isla.

"Fue una bendición", le dice por teléfono a BBC Mundo.

"Llegó en el momento preciso, cuando definimos nuestra nueva visión: Una Rapa Nui con amor", explica.

Se trata del proyecto político para los siguientes 20 años y sus ejes son la Autosostenibilidad, la Mejora continua, la Optimización de recursos y la Responsabilidad (AMOR).

"En esa visión encaja perfectamente un proyecto centrado en ángeles que envía al mundo un mensaje de amor y paz", añade.

Tan así lo vio, que no sólo se aprobó el proyecto, sino que la municipalidad le dejó el terreno en concesión, en el sector Hanga Vare Vare.

En ese mismo lugar se celebra cada año la Tapati, una fiesta ancestral del pueblo Rapa Nui.

También es un punto en el que paran los autobuses turísticos, para que los visitantes observen la puesta de sol.

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Artistas locales

Las piezas ya están colocadas, sobre un semicírculo de piedra, de espalda al mar.

Frente a ellas han construido otro muro semicircular en el que uno se puede sentar y mirar el horizonte.

El proyecto lo completan, además de dos paneles explicativos, unas piedras esculpidas con figuras e inscripciones tradicionales.

De estas últimas se encargaron los artesanos locales Pau Hereveti y Joni Tuki.

"Colaborar con los artistas locales fue la mejor parte", dice Yancovic.

"No fue un trabajo de uno o dos personas, sino de un equipo y de la comunidad también", dice Tuki en un video que se puede consultar en Youtube.

El proyecto se inauguró el pasado 29 de septiembre, con una ceremonia de la primera piedra en la que participaron también los habitantes de Isla de Pascua.

Acercar los dos Chiles

Contento con la experiencia, Tuki dice que quiere perfeccionar la técnica de fundir y enseñársela a las futuras generaciones de artistas en la isla.

Ese proyecto ya está en marcha.

En marzo pasado estuvieron en Santiago, aprendiendo a fundir.

Y para julio del próximo año planean instalar una fundición en la isla.

Es otro de los objetivos de Hitu Merahi.

"Acercar los dos Chiles, el insular y el continental", como explica Yancovic.

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