El músico dijo que no guarda rencor hacia su ex compañero de banda.
Enfatizó que escribir su autobiografía fue una experiencia sanadora.
El músico Claudio Narea recalcó que entregar su versión sobre su historia personal y artística junto a Los Prisioneros era una necesidad, para completar una trama de una relación que no tiene retorno, como definió a sus días junto a Jorge González.
"Yo elegí ser amigo de Jorge. El me puso como enemigo y como contrincante y yo creo que a través de esta historia he aprendido muchísimo. Yo creo que la vida uno la vive para aprender y para de los errores lograr avanzar, no quedarse empantanado en la rabia, en el rencor. Yo no tengo rencor contra él, para mí esto es sanador, para mí esto termina la historia", dijo a Una Nueva Mañana, al comentar su recién lanzado texto biográfico "Mi vida como Prisionero".
"Yo cuento historias, no digo Jorge estaba obsesionado por mí, porque tal vez sea lógico después de leerlo. No hay ataques, yo cuento todo lo que yo recuerdo, y hay cosas que yo recuerdo que no las estoy contando también, por respeto a otras personas, pero creo que la historia de Los Prisioneros es ésta. He estado basureado por muchos años. Los Prisioneros no se acabaron por un lío de faldas, no es esa la razón", indicó sobre el tenor del libro.
Consultado por la razón del quiebre de la banda dijo que "está en la cabeza de Jorge. En el fondo al escribir este libro yo me salgo de la historia de Los Prisioneros, puedo ser un ex Prisionero", dijo, ya es un tema que da por superado, aunque "olfatea" que González planea sostener un nuevo round público.
El definitivo final de Los Prisioneros
Respecto de qué porque el trío sanmiguelino se reunió luego de 10 años, indicó que pensó equivocadamente que González había dejado atrás su tiempo de locura, que "después de ir a Cuba se había rehabilitado y ya estaba bien".
"El tiempo demuestra que no. O sea puede haberse rehabilitado pero el problema persistía porque el problema no era exactamente de drogas, para tener un problema de drogas hay que tener un problema anterior, para estar tan metido en ese mundo", añadió.
Pese a los problemas que los separan, recalcó que "al Jorge González de los ochenta lo quiero, lo sigo queriendo, era mi amigo, sentí amigo, tal vez no era igual, no era reciproco a lo mejor había una relación extraña que yo no la advertía".
Sin embargo fue enfático: "No tiene vuelta la relación, es tóxica, y no sólo para mí, yo no creo que Miguel Tapia quiera volver a ser Los Prisioneros", dijo, junto con sostener que esta semana se reunirá con el baterista para comentar el libro, sin tener claridad sobre si llevará adelante algún trabajo musical.
