El artista puertorriqueño Bad Bunny debutó su residencia "No me quiero ir de aquí" en el Coliseo de Puerto Rico con un potente espectáculo que mezcló música y reivindicación cultural.
Ante un escenario que recreaba paisajes locales, el cantante apareció vestido como jíbaro puertorriqueño, mientras pantallas proyectaban mensajes como "PR tiene identidad propia", recibiendo ovaciones del público.
El concierto combinó éxitos como "Titi me preguntó" con ritmos tradicionales, incluyendo una sorpresiva versión salsera de "Calladita". Bad Bunny transformó el escenario en un homenaje a Puerto Rico, con bailarines ataviados con vestimenta típica y la participación especial de grupos folclóricos como Los Pleneros de la Cresta.
"Estaremos aquí 100 años si Dios lo permite", declaró el artista, en un claro mensaje sobre la permanencia cultural puertorriqueña. Sus palabras resonaron como crítica al estatus colonial de la isla, generando uno de los momentos más emotivos de la noche entre los asistentes.
Con 30 funciones programadas hasta septiembre, la residencia romperá el récord de asistencia en el Coliseo, superando a Wisin y Yandel. Todas las entradas se agotaron rápidamente, demostrando el poder de convocatoria del artista urbano.
Tras esta etapa en Puerto Rico, Bad Bunny iniciará una gira mundial en noviembre que lo llevará por 20 países hasta julio de 2026. El espectáculo no solo celebró su música, sino que se convirtió en una declaración de identidad para los puertorriqueños.