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Cura católico fue condenado a 15 años por genocidio en Ruanda

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Autor: Cooperativa.cl

Athanase Seromba se convirtió en el primer religioso de esa creencia sentenciado por delitos de lesa humanidad en un tribunal internacional, por su cooperación con la matanza de tutsis.

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El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) halló culpable de genocidio y crímenes contra la humanidad al cura católico Athanase Seromba y lo condenó a una pena de 15 años de prisión, informó el portavoz de la corte, Bocar Sy.

 

Seromba es el primer párroco perteneciente a la Iglesia Católica sentenciado por cargos de genocidio ante una corte internacional.

 

La Sala Tercera del TPIR, situado en Arusha, Tanzania, sentenció al religioso por cargos de genocidio y crímenes contra la humanidad en la modalidad de exterminio, pero lo absolvió del cargo de conspiración para cometer genocidio.

 

"La sala consideró un factor agravante el hecho de que fuera un religioso muy conocido en su comunidad y en el que muchos feligreses confiaban", señaló Sy.

 

En 1994, el condenado estaba encargado de la parroquia de Nyange, en la localidad de Kivumu, en la provincia occidental de Kibuye.

 

Huyendo de las masacres, más de 2.000 personas, la mayoría de la comunidad tutsi, abarrotaron la iglesia, que a partir del 15 de abril fue sometida a ataques regulares por parte de militares y milicias.

 

Según la Fiscalía, el cura ordenó el derribo de la parroquia con máquinas excavadoras, tras lo cual los pocos supervivientes fueron rematados.

 

Entre 500.000 y un millón de tutsis y hutus moderados, según distintas fuentes, murieron masacrados con machetes y armas de fuego por milicias extremistas, soldados y la propia población civil durante el genocidio ruandés y muchos de ellos murieron en iglesias en las que habían buscado refugio.

 

En tribunales nacionales, la participación de la Iglesia Católica en el genocidio fue puesta de manifiesto por la justicia belga, que condenó en 2001 a dos monjas ruandesas a 12 y 15 años de cárcel por su papel en las matanzas.

 

Pero esta es la primera vez que el catolicismo ve a uno de sus miembros sentarse en el banquillo del TPIR, que sólo ha juzgado hasta ahora a otro religioso, el pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Elizaphan Ntakirutimana, condenado a 10 años de prisión en febrero de 2003.

 

Seromba, de 42 años, se encontraba acogido desde 1997 en la diócesis italiana de Florencia, pero ante la presión de la entonces fiscal del TPIR, Carla del Ponte, sobre las autoridades eclesiásticas, el religioso se entregó voluntariamente al tribunal el 7 febrero de 2002. (EFE)

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