Los actos vandálicos fueron originados por disputas entre kirguises y uzbekos.
La policía patrulla la provincia de Osh con orden de abrir fuego a los violentos.
Al menos 23 personas murieron y más de 300 resultaron heridas en los disturbios registrados en la provincia de Osh, en el sur de Kirguizistán, según los últimos datos ofrecidos por las autoridades de esa antigua república soviética en Asia Central.
La nueva cifra de víctimas mortales la anunció el Ministerio de Sanidad, según informó desde Biskek, la capital kirguís. De acuerdo con la oficina de prensa de esa cartera, un total de 338 personas solicitaron asistencia médica, de la cuales 207 tuvieron que ser hospitalizadas.
Según los médicos, decenas de heridos se encuentran en estado de gravedad.
El vicepresidente del gobierno provisional de Kirguizistán, Azimbek Beknazárov, declaró que los disturbios en la región de Osh, donde reside una importante minoría uzbeka, son de carácter interétnico.
Los desórdenes comenzaron este jueves en el centro de Osh, tras una pelea masiva entre jóvenes kirguises y uzbekos, que degeneró en actos de vandalismo.
El viceministro del Interior, Batyk Alymbékov, quien se desempeña como comandante militar de Osh, declaró que las fuerzas de seguridad lograron "hacerse con el control de la situación".
"Los grupos de jóvenes agresivos fueron desplazados del centro de la ciudad", dijo Alymbékov.
Añadió que cerca de mil efectivos de la policía, de las tropas de los Ministerios del Interior y de Defensa patrullan Osh con autorización de abrir fuego para disolver grupos violentos.
