El escándalo de las joyas regaladas por Arabia Saudí al expresidente Jair Bolsonaro avanza en medio de versiones contradictoras y decisiones judiciales que han vuelto a poner el foco en el líder ultraderechista brasileño.
El Tribunal de Cuentas, órgano que fiscaliza el Estado brasileño, dio este miércoles a Bolsonaro un plazo de cinco días para que entregue al actual gobierno las joyas de la lujosa marca suiza Chopard que le obsequiaron las autoridades saudíes en 2021.
Hay fundadas sospechas de que el ingreso al país de esas joyas se hizo de forma irregular y sin la debida declaración al Fisco, y que además estas deberían formar parte del patrimonio público nacional y no estar en poder del exmandatario. En medio de toda la polémica, Bolsonaro sigue en Estados Unidos.
El Tribunal de Cuentas también ordenó hoy al exgobernante que entregue un fusil y una pistola que recibió de Emiratos Árabes Unidos en 2019 y dictó que se realice una auditoría de todos los regalos que recibió durante los cuatro años de su Gobierno (2019-2022).
En paralelo, la Policía Federal empezó un ciclo de interrogatorios sobre el ya conocido como "escándalo de las joyas saudíes", que están divididas en dos paquetes.
DE ORO Y DIAMANTES, LAS JOYAS SAUDÍES PARA LOS BOLSONARO
El primer paquete, el que ahora Bolsonaro está obligado a devolver, consiguió ingresar al país y está compuesto por un reloj, un bolígrafo y unos gemelos de oro, valorados en unos 75.000 dólares. El otro lo componen un collar, un anillo, un reloj y unos pendientes de diamantes, también de Chopard, valorados en 3,2 millones de dólares.
El destinatario de esas espectaculares piezas era, al parecer, la esposa de Bolsonaro, Michelle. Pero ese paquete no burló los controles aduaneros y fue retenido por el Fisco en el aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo, donde continuaban este miércoles.
En Brasil es obligatorio declarar todos los bienes cuyo valor supere los 1.000 dólares, lo que al parecer no se produjo con ninguno de los dos conjuntos de joyas saudíes. Bolsonaro intentó diversas veces, a través de emisarios, liberar las joyas antes de finalizar su mandato el 1 de enero, pero no tuvo éxito.
El escándalo fue destapado por el diario O Estado de Sao Paulo el pasado 3 de marzo.
ARRANCAN LOS INTERROGATORIOS
Desde entonces, la Policía Federal, la Fiscalía y el Tribunal de Cuentas están buscando respuestas a todo este lío que amenaza con dañar la imagen del expresidente y la de su esposa. El ahora exministro Albuquerque ha sido uno de los primeros en declarar a la Policía Federal.
Según el medio antes citado, afirmó que desconocía el contenido de los regalos y que pensaba que el destino de los mismos era el acervo de la República. Esa versión contrasta con la mantenida por los abogados de Bolsonaro y uno de sus hijos, el senador Flávio Bolsonaro, que sostienen que fueron presentes de carácter "personalísimo" y que, por tanto, deben seguir en manos del exjefe de Estado.
El Tribunal de Cuentas ordenó la semana pasada que Bolsonaro, quien ha negado "cualquier ilegalidad", también tendrá que declarar ante la Policía, lo que aún no se ha concretado.
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