La Cancillería sostuvo que EEUU y otros países "han buscado la manipulación política en nombre de los DDHH simplemente para manchar la imagen y contener el desarrollo de China".
Por: Fabián Pizarro desde Beijing
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China declaró este viernes que "la comunidad internacional no se deja engañar fácilmente", después de que el Consejo de Derechos Humanos (CDH) rechazase este jueves una discusión sobre la situación de los derechos humanos en la región occidental de Xinjiang.
En un comunicado en su página web, la Cancillería aseguró que "Estados Unidos y otros países occidentales han desinformado a la gente sobre Xinjiang y han buscado la manipulación política en nombre de los derechos humanos simplemente para manchar la imagen y contener el desarrollo de China".
Un grupo de países occidentales -liderados por Estados Unidos y Noruega- presentó al CDH un proyecto de resolución de contenido, que planteaba que en la próxima sesión de este órgano -a celebrarse entre febrero y marzo de 2023- se tratasen las conclusiones alcanzadas de un informe de la ONU.
La Cancillería del país asiático acusó a los promotores del proyecto de "utilizar los órganos de derechos humanos de la ONU como una herramienta para inmiscuirse en los asuntos internos de China" y de "usar el asunto de Xinjiang para contener a China".
El Ministerio explicó que "los problemas relacionados con Xinjiang no son sobre derechos humanos" y subrayó que "no ha habido ningún incidente terrorista violento en Xinjiang en más de cinco años" gracias a los esfuerzos de "contrarrestar el terrorismo violento, la radicalización y el separatismo".
Asimismo, la cartera de Exteriores enfatizó que "en los últimos años, casi 100 países, incluidos muchos países islámicos, se han pronunciado en el Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General de la ONU en apoyo a la posición justa de China sobre cuestiones relacionadas con Xinjiang".
China niega categóricamente que en Xinjiang, que cuenta con una superficie superior a la de Perú y con una población de unos 25 millones de habitantes, existan trabajos forzados o centros de internamiento o que se opriman las prácticas religiosas, y considera las informaciones en ese sentido como "acusaciones sin ningún fundamento" que "indignan" a la población de la zona.
