Cámara Baja de EE.UU. aprobó la reforma de salud impulsada por Barack Obama
El proyecto recibió 220 votos a favor, solo dos más de los que necesitaba.
Plan busca asegurar cobertura a 36 millones de estadounidenses.
El proyecto recibió 220 votos a favor, solo dos más de los que necesitaba.
Plan busca asegurar cobertura a 36 millones de estadounidenses.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó la noche del sábado por primera vez en la historia del país un proyecto de ley que pretende establecer un sistema de salud casi universal y cuyo futuro depende ahora del Senado.
Pese a la amplia mayoría de los demócratas en esa Cámara, el resultado fue muy ajustado, ya que el proyecto recibió 220 votos a favor, tan sólo dos más que los necesarios.
Votaron en contra 176 republicanos -sólo uno lo apoyó-, así como 39 demócratas de orientación moderada, la mayoría de distritos conservadores del sur del país.
"El proyecto está aprobado", dijo con una gran sonrisa la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, tras anunciar el resultado, entre los aplausos y los gritos de júbilo de los demócratas.
Para Barack Obama, el resultado es una victoria muy importante, pues se ha marcado como una de la prioridades de su presidencia la aprobación de la reforma del sistema de salud con la que soñaron sus predecesores demócratas en el cargo, pero nunca lograron.
"Esta noche, en un voto histórico, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que finalmente hará realidad la promesa de un cuidado de la salud de calidad y asequible para los estadounidenses", dijo el presidente en un comunicado.
La votación tuvo lugar el sábado en torno de las 23:00 de la noche, hora local, (05:00 GMT del domingo, 02:00 de la mañana en Chile) tras una sesión extraordinaria que duró 14 horas.
La pelota pasa ahora al Senado, que tendrá que aprobar su propia versión de la reforma. Posteriormente, ambos textos deberán ser armonizados y las dos cámaras tendrán que pronunciarse sobre ese documento final.
El plan
La propuesta, de casi 2.000 páginas, prevé extender la cobertura a 36 millones de estadounidenses sin seguro de salud, de los más de 46 millones que carecían de él en 2008, según los últimos datos de la Oficina del Censo.
Eso significa que si el proyecto llega a convertirse en ley el 96 por ciento de los estadounidenses tendrá cuidado médico asegurado, una cifra no alcanzada nunca.
Los ciudadanos estarían obligados a pagar las mensualidades a aseguradoras privadas o a un plan público nuevo, con la ayuda de subsidios, so pena de multas.
El proyecto prohíbe además a las aseguradoras privadas negarse a extender una nueva póliza a personas que sufren alguna enfermedad.