Bush designó a nuevo postulante a la Corte Suprema para que sea su presidente
John Roberts aún no ha sido confirmado por el Senado de EE.UU. para integrar el máximo tribunal, pero fue nominado por el gobernante para que ocupe su sillón principal.
John Roberts aún no ha sido confirmado por el Senado de EE.UU. para integrar el máximo tribunal, pero fue nominado por el gobernante para que ocupe su sillón principal.
En una rara maniobra, George W. Bush, mandatario estadounidense, designó este lunes al juez John Roberts, que todavía es sólo candidato al Tribunal Supremo del país por no haber sido confirmado por el Senado, como su elegido para presidir la máxima corte.
El presidente, que hizo este anuncio en el Despacho Oval de la Casa Blanca, ensalzó la figura de Roberts como un hombre de "principios, integridad y equidad" y lo propuso como sucesor de William Rehnquist, presidente del Supremo fallecido el sábado 3 de septiembre víctima de un cáncer de tiroides.
Roberts era en estos momentos candidato a juez del Supremo en sustitución de Sandra O'Connor, pero el presidente decidió este lunes que el joven juez, que tiene 50 años, sustituya a Rehnquist.
Bush dijo que espera que "el Senado confirme a Roberts antes que el Tribunal Supremo comience su sesión", en octubre próximo.
El gobernante pidió al Senado que, en lugar de confirmar a Roberts como juez del Supremo, lo considere además como candidato a la Presidencia del tribunal durante las audiencias de confirmación que iban a celebrarse esta semana, pero que fueron pospuestas tras el fallecimiento de Rehnquist.
"Esto me deja con la responsabilidad de elegir a un sustituto para la jueza Sandra O'Connor", que anunció su renuncia al puesto el pasado mes de junio.
El presidente dijo que anunciará su decisión al respecto "en el momento oportuno".
Durante el anuncio, Bush estuvo acompañado por Roberts, a quien describió como "un abogado de extraordinaria habilidad y un hombre de carácter y equidad" por lo que, en su opinión, "es el mejor candidato para ser el XVII presidente del Supremo de Estados Unidos.
La confirmación del Senado -de mayoría republicana- es preceptiva para que los designados por el Presidente accedan al puesto.
La situación creada ahora en el Supremo es extremadamente importante para el futuro social y político de Estados Unidos y por ello, a pesar de que el país está inmerso y concentrado en la devastación y la tragedia causada por el huracán "Katrina", el relevo en el alto tribunal no va a pasar desapercibido.
Aunque el cargo de presidente del Supremo es principalmente administrativo -es la persona que preside los argumentos orales que tienen lugar en la máxima corte de Estados Unidos, dirige las reuniones semanales y asigna a los jueces para que redacten las decisiones - indudablemente representa un cierto carácter ideológico del tribunal. (EFE)