La cancillería de Kiev calificó como "irresponsable" la postura de Moscú, que hace una "presión política" para obtener más dinero por el combustible.
El Gobierno de Ucrania denunció que el corte del bombeo de gas natural ruso al país supone una forma de "presión política y chantaje" para "desestabilizar la economía ucraniana" y entorpecer el envío de gas a los países europeos.
"Ha comenzado el cumplimiento de un guión llamado a crear presión política y chantaje y, en definitiva, desestabilizar la economía de Ucrania y frustrar los suministros de gas a los países de la Unión Europea", denunció el Ministerio de Exteriores ucraniano.
La corporación estatal rusa Gazprom, dirigida por el Kremlin, cortó el pasado domingo el envío del combustible a Ucrania, por la falta de un acuerdo sobre los nuevos "precios de mercado" reclamados por Moscú, que casi quintuplican los anteriores.
Esa "guerra del gas" entre Moscú y Kiev ya afectó en la víspera al suministro destinados para Europa, aunque las partes discrepan sobre si es Rusia la que ha reducido el bombeo o Ucrania la que "roba" el carburante durante su tránsito hacia otros países.
La cancillería ucraniana dijo que Rusia emprendió esas "acciones irresponsables" a pesar de los acuerdos vigentes sobre los precios del gas, y rechazando los compromisos propuestos por Kiev para introducir gradualmente nuevos precios de mercado, pero más realistas que los reclamados por Moscú.
La nota agregó que Ucrania está dispuesta a defender su postura por todos los medios legales, inclusive en un tribunal internacional de arbitraje, y que evalúa la posibilidad de apelar a los estados nucleares, que se comprometieron a garantizar su seguridad cuando se deshizo de armas atómicas, para "movilizar mecanismos de consultas".
Por último, Kiev pidió una moratoria para los "métodos no de mercado" de solución de las discrepancias con Rusia y propone atraer a expertos internacionales para recurrir a las "fórmulas europeas de formación de precios" del gas.
Gazprom, el brazo energético del Kremlin, había amenazado con cortar el suministro a Ucrania a partir del 1 de enero de 2006, si ésta no aceptaba el nuevo "precio de mercado" de 230 dólares, en vez de 50 el año pasado, por cada mil metros cúbicos de gas.
La empresa rusa anunció que durante esta tarde informará sobre los niveles del descenso de los envíos a Europa, que atribuye a los "robos" de gas por parte de Ucrania. (EFE)
