"Esta mañana, la pena del 15 de abril de 2019 queda borrada", proclamó el arzobispo de París, Laurent Ulrich, al celebrar este domingo la primera misa en la Notre Dame restaurada. Así lo vivieron también quienes fueron testigos dentro del templo de la consagración del altar y el resto de ritos, con una felicidad histórica.
La gran misa de consagración de la catedral de Notre Dame contó con la participación de unos 140 obispos y la asistencia del presidente francés, Emmanuel Macron.
La eucaristía, a la que ya asisten fieles de las parroquias de París invitados por la iglesia, estuvo marcada por la consagración del nuevo altar de la catedral, símbolo de que el templo puede albergar ya este tipo de celebraciones.