La población de Cisjordania y Gaza vive este jueves una jornada de luto tras la muerte el miércoles de 26 palestinos en ataques israelíes, entre ellos 18 civiles, la mayoría mujeres y niños, que perdieron la vida en el bombardeo de Beit Hanun.
Decenas de miles de palestinos participaron en la franja de Gaza en los funerales por las 18 víctimas civiles del bombardeo, celebrados en medio del luto, la indignación y las peticiones de venganza.
"Alá es grande, más que Estados Unidos e Israel", gritaban algunos manifestantes entre insistentes ráfagas de tiros, mientras otros abogaban por vengar las muertes de sus vecinos.
"Estos israelíes son adictos a la sangre palestina; durante los últimos 10 días se levantan únicamente con la intención de venir al norte de Gaza y matar cuantos más palestinos", dice Abu Ahmed, uno de los militantes que asistió a los funerales.
"Esta masacre criminal no pasará sin venganza; los israelíes pagarán muy caro este crimen", agregó.
Se trata, dijeron testigos, de los funerales más multitudinarios en la franja este último año y de la mayor masacre de civiles desde el comienzo de la Intifada en el 2000.
Las 18 víctimas civiles murieron el miércoles de madrugada cuando al menos dos misiles israelíes impactaron en sus viviendas mientras dormían, en un suceso que el Ejército de Israel ha calificado de "trágico error" y que aún investiga.
Los restos de las víctimas llegaron en 18 ambulancias a Beit Hanún procedentes del hospital de la ciudad y del de Kamal Odwan, a varios kilómetros, donde aún siguen ingresados la mayoría de los treinta heridos que causó el bombardeo, muchos de ellos de extrema gravedad.
La mayoría de las víctimas son mujeres y niños, 13 de ellos de la familia Al-Athamna, y, tras la oración del mediodía fueron enterrados en un nuevo cementerio de Beit Hanún, por falta de espacio en el antiguo para inhumarlos a todos juntos.
Al lado de cada tumba lucía una bandera palestina, en tanto que las instituciones públicas han arriado las suyas a media asta en señal de duelo.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) decretó tres días de luto por la masacre de civiles y el presidente Mahmud Abás responsabilizó a Israel de lo que pueda ocurrir a partir de ahora. (EFE)