Según Diario Siete, el haber sido detenido por Investigaciones salvó al hoy Presidente de seguir el destino de las cuatro personas asesinadas tras el atentado contra Augusto Pinochet en 1986.
Ex agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI) confesaron que tenían órdenes de asesinar en septiembre de 1986 al entonces líder de la oposición Ricardo Lagos Escobar, actual Presidente de la República.
Así lo afirmó en su edición de este viernes Diario Siete, que dio a conocer las confesiones de los ex miembros del organismo represor Iván Quiroz Ruiz y Jorge Vargas Bories, quienes dieron a conocer al ministro en visita Hugo Dolmestch los detalles del crimen del periodista José Carrasco Tapia, una de las cuatro personas asesinadas en el operativo en venganza por el fallido atentado en contra de Augusto Pinochet el 7 de septiembre de 1986.
Según los datos entregados por ambos militares retirados, tras la detención, Carrasco fue llevado hasta un muro en avenida Américo Vespucio, lo obligaron a arrodillarse y fue asesinado con una ráfaga de metralleta disparada por Quiroz. Fue rematado con un tiro de pistola por Vargas Bories.
Esa misma noche fueron asesinados el técnico electrónico Felipe Rivera Gajardo, el profesor Gastón Vidaurrázaga y el gerente de ventas de editorial Cono Sur, Abraham Muskatblit.
Este mismo destino pudo correr Ricardo Lagos, según la confesión a la que aludió Diario Siete, si no fuera porque tras el atentado a Pinochet fue detenido por Investigaciones, lo que lo salvó de ser "ajusticiado".
Esta orden la habría dado el fallecido general Humberto Gordon, ex jefe de la CNI, en una cita en que además participaron los miembros del organismo Alvaro Corbalán y Manuel Provist. (Cooperativa.cl)
