El recinto obligó a Elizabeth Flores y su hija con síndrome de Down a abandonarlo.
Suprema los condenó a pagar cinco millones de pesos por lo ocurrido.
Elizabeth Flores Soria, madre de una joven con síndrome de Down discriminada en el casino Enjoy de Antofagasta en 2008, celebró el fallo que ratificó el pago de una millonaria multa de parte de la empresa por lo ocurrido.
Flores y su hija de 23 años, Paz Otero, habían pasado varias horas en el recinto cuando el gerente general del casino, Miguel Miranda Manzur, les pidió que se retiraran, acto acusado como discriminatorio por la mujer.
"La gente toda comenta sobre la plata, pero lo mío es moral, porque esta persona nunca tuvo una disculpa conmigo. Todos necesitamos plata, a todos nos gusta la plata, pero el caso mío era moral", afirmó a Cooperativa sobre el triunfo judicial.
Esto, por "el daño que le hicieron a mí y todo el trabajo que he tenido con mi hija. Mi niña es muy independiente, muy inteligente", sostuvo.
La Corte Suprema ratificó que el casino deberá pagar al Estado cinco UTM (184 mil pesos por infringir la ley del consumidor) y una indemnización de cinco millones de pesos por el daño moral a Flores Soria.
Los ministros de la Sala Penal del máximo tribunal, en fallo unánime e inapelable, rechazaron el recurso de queja contra la resolución, tomada en Antofagasta, fustigando la actuación del gerente, que "ha significado una afrenta a la dignidad de las personas y por consiguiente un sufrimiento psíquico que debe ser reparado".
