Luego del fin de semana, en que los organismos locales no trabajan, a primera hora de este lunes se iniciaron los trámites para lograr lo antes posible la deportación del pederasta.
Distintas autoridades brasileñas y chilenas coinciden la mañana de este lunes en la Superintendencia de la Policía Federal en Florianópolis, Brasil, donde comenzaron las gestiones oficiales para traer de vuelta al país al prófugo de la justicia Rafael Maureira Trujillo, condenado a 20 años de cárcel por crímenes de pederastia.
Según informó el enviado especial de Radio Cooperativa en la ciudad brasileña, Mario Antonio Guzmán, luego de un fin de semana en que las autoridades locales no trabajan, a primera hora de esta jornada empezaron las reuniones para lograr que "Sakarach" sea deportado y puesto en manos de la Justicia chilena.
De hecho, ya llegó hasta la superintendencia policial el alcalde o prefecto de Florianópolis, Dário Berger, y el cónsul de Chile en Porto Alegre, Guillermo Martínez.
Desde el fin de semana Trujillo permanece incomunicado por razones de seguridad, como confirmó el domingo el vocero de la Policía Federal de Florianópolis, Marcelo Mosele.
"Rafael está incomunicado, dentro de nuestra custodia porque los demás presos no aceptan la presencia de él en este recinto porque los crímenes que él practicó también causan una gran revuelta entre los presos brasileños", sostuvo.
Mosele agregó que para su organismo, la decisión de deportar a "Sakarach" ya está tomada, aunque faltan algunos trámites legales para cumplir y proceder con la expulsión a Chile.
Además, Maureira Trujillo exigió en la jornada pasada un abogado antes de dar cualquier entrevista a medios de comunicación.
"Consígame un abogado y les cuento toda la historia desde mi salida de Chile (...) sino, nada", escribió Maureira en un papel que envió a equipos de prensa, que extreman sus esfuerzos para conseguir una entrevista.
"Cómo fue, quién me ayudo lo sabrán", advirtió "Sakarach", poniendo condiciones para entregar su versión de su fuga del país y cómo ocurrió su detención. Esto implica que Maureira sabe que su extradición hacia Chile es inminente y que sólo la ayuda de un jurista podría retrasar el trámite. (Cooperativa.cl)
