Gerardo Espíndola explicó que la gente no se quiere mover de la Línea de la Concordia para intentar ingresar a Perú.
La autoridad comunal planteó que lo más importante es instalar el corredor huminatario y asegurarse de que Venezuela reciba a los migrantes.
El alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, enfatizó este sábado que la situación en la frontera con Perú "es dramática" y que ha generado un verdadero problema sanitario en la zona.
Espíndola detalló en El Diario de Cooperativa que los migrantes no quieren moverse de la Línea de la Concordia, punto imaginario que está entre la frontera de Chile y Perú.
Esto, contó, ha causado que las personas varadas en la zona no quieran ir al sector donde están ubicados los baños, en Chacalluta, por lo que advirtió que la situación ha generado "un problema sanitario grande".
"Tú vas y la gente hace sus necesidades en cualquier parte", indicó, explicando que "como Municipalidad decretamos emergencia migratoria para poder ir en ayuda a las personas que están en ese lugar", como la entrega de agua y artículos de aseo.
Por ello, también asistieron médicos el viernes para observar y entregar medicamentos, y con el catástro realizado por el municipio encontraron "a dos niños con Trastorno del Espectro Autista y una niña en silla de ruedas. También a 16 personas con enfermedades de base, entonces la situación es bien compleja y por eso hay que ir permamentemente con médicos".
La autoridad comunal además dio cuenta de que en el punto "están llegando personas que cocinan y llegan a la frontera a vender alimentos súper caro, sin ningún tipo de resolución sanitaria y sin cadena de frío".
Ante ello, planteó que temen que esto genere un problema de salud grave que requiera que las personas busquen ayuda, por ejemplo, en el caso de que enfermen por un brote estomacal: ¿Las personas dónde van a terminar atendidas? en el Hospital de Arica, que tampoco es tan grande y nos pueden colapsar el hospital", advirtió el alcalde.
En cuanto a la solicitud de crear un corredor humanitario, Espíndola dijo que "la única solución" es que se permita el traslado de migrantes en buses, escoltados por las policías locales, en Chile, Perú, Ecuador, Colombia hasta llegar a Venezuela.
Con esa fórmula "descongestionamos lo que está pasando en Chacalluta, aliviamos las cargas migratorias de nuestros países y hacemos además una migración segura y ordenada".
Además, Espíndola urgió en la importancia de dar esa solución ya que "impediría que empiecen a operar las redes de traficantes de personas de este flujo inverso, desde los países del sur hacia Venezuela".
"Si no actuamos rápido, lo que va a pasar es que vamos a tener en Santiago de Chile, en Arica o en cualquier parte de nuestras ciudades, traficantes de personas" que comenzarán a ofrecer a los ciudadanos venezolanos la forma para volver a su país: "Van a cobrar mucha plata y vamos a tener carteles operando en nuestras ciudades".
El alcalde remarcó que "el país más importante es Venezuela, podemos estar todos los países de acuerdo, pero si Venezuela no recibe a las personas allá no sacamos nada", aunque afirmó que sí hay diálogo con ese país al respecto y también sobre las expulsiones: "Hay caminos y espacios abiertos con ese país para que esto sea tomado con urgencia".
Finalmente, comentó que la visita del Gobierno a la zona en la víspera "es super oportuna, para nada tarde, al contrario. Lo que está pasando hoy día en la frontera es producto de la aplicación de la ley de infraestructura crítica" ordenada por el Ejecutivo.
