Fabián Duarte, director del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, se refirió este sábado a la publicación de del último Anuario de Estadísticas Vitales del INE que reveló una nueva baja en la tasa global de fecundidad -que se aleja aún más del límite que asegura la renovación de la población- y reveló las consecuencias de esta en el empleo, la salud y las pensiones en Chile.
Según el estudio, en 2016 hubo 231.749 nacimientos en Chile, 5,6 por ciento menos que en 2015. Para Duarte, estas cifras son relativamente normales pero traen consecuencias en el largo plazo.
"Esto es algo que ha pasado y ha preocupado a otros países y afecta a una serie de indicadores y políticas públicas. Si hay menos gente naciendo, va a haber menos gente adulta, lo que significará una menor recaudación impuestos. Lo mismo pasará con salud, envejece la población. Si hay más viejos, eso pone presión en los sistemas de salud y de pensiones", dijo en conversación con Cooperativa.
Como solución, Duarte planteó que este tema está "íntimamente relacionado con las políticas migratorias, es lo que hacen los países desarrollados. Tiene políticas migratorias distintas, lo que hace que lleguen personas en edad de trabajar a los países para poder suplir esta baja de natalidad".
"Aportan a nacimientos, llega más gente y se estabilizan las tasas de natalidad. El otro beneficio que tienen es que aportan a la fuerza laboral. Si un país envejece muy rápido se necesita gente joven que trabaje, que produzca y pueda pagar impuestos", sostiene.
Por último, el director del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile afirmó que estas cifras ponen "mucha presión al mercado laboral del futuro. Con menos niños, en el futuro hay menos trabajadores y le pone presión al mercado laboral, lo que podría aumentar los salarios porque hay menos trabajadores".
"Esto, en conjunto con tecnología y la medicina, hace pensar que una buena política sea cambiar la edad de jubilación poner incentivos para que la gente se jubile después", concluyó.
