Cinco personas fueron condenadas por su participación en ataques a la subcomisaría de Peñalolén, que se hicieron frecuentes en los meses posteriores al 18-O, y tres de ellas deberán cumplir penas efectivas de cárcel.
En octubre pasado, 10 personas fueron detenidas y consideradas como la banda detrás de estos atentados, que usualmente consistían en el lanzamiento de piedras, bombas molotov y a veces disparos a la unidad policial, hechos que se redujeron una vez que ellas fueron aprehendidas.
Las condenas se dieron a conocer en un procedimiento abreviado este miércoles, en el que se estableció la autoría en los delitos de asociación ilícita, desórdenes públicos y lanzamiento de artefactos incendiarios, todos cometidos entre enero y octubre del 2020, consignó El Mercurio.
El fiscal jefe de Peñalolén-Macul, Miguel Ángel Orellana, detalló al matutino que uno de los integrantes del grupo es Giovanni Bravo Salinas, formalizado por el homicidio frustrado de carabineros por haber atacado a efectivos que estaban dentro de un vehículo Mowag el pasado 11 de septiembre.
Finalmente, se decidió no perseverar por ese hecho particular, pero el sujeto sí fue condenado a cuatro años y 237 días de cárcel por lanzamiento de artefactos incendiarios, desórdenes y asociación ilícita, sin acceso a sustitución de pena y cumplimiento efectivo.
La misma pena deberá cumplir Jordan Ponce Garcés, esta vez por desórdenes y asociación ilícita, y sin sustitución de pena; mientras que Freddy Ovalle Gamboa fue condenado a pasar cinco años en la cárcel por lanzamiento de bombas molotov y asociación ilícita.
LIBERTAD VIGILADA PARA EL RESTO DEL GRUPO
Los otros dos sentenciados deberán cumplir las penas de libertad vigilada intensiva por cargos de "asociación ilícita, delitos de la Ley de Control de Armas; básicamente lanzamiento de artefactos incendiados de tipo molotov y también desórdenes", precisó el fiscal.
"Lo más relevante, en términos de los antecedentes recabados por el Ministerio Público, estuvo en la gran cantidad de información obtenida a través de cámaras de seguridad en los alrededores de los lugares donde los delitos fueron cometidos, además de la información obtenida en virtud de autorizaciones judiciales respecto del contenido de los teléfonos celulares incautados a los imputados", agregó Orellana.
En suma, son 11 los imputados por ataques a la comisaría, y a la fecha, nueve han sido condenados, de manera que sólo resta concluir dos casos.
