La Democracia Cristiana (DC) realiza este sábado su junta nacional bajo la nueva administración del diputado Alberto Undurraga, que fue nombrado por unanimidad del Consejo Nacional como nuevo presidente del partido.
El encuentro a nivel nacional -que se realiza de manera telemática- tiene como eje evaluar la situación al interior de la falange, en especial la masiva renuncia de militantes históricos y la determinación del Servel sobre la validez del Tribunal Supremo de la colectividad.
Según declaró el organismo electoral, la instancia de la DC se encuentra "vencida" y debe "proceder a su renovación".
Sobre las complicaciones del partido y lo que se viene para el futuro, Undurraga indicó que "en lo político no nos vamos a aislar ni dejaremos que nos aíslen, pero para eso hay que empezar a trabajar desde ahora o más bien retomar el trabajo que ha venido realizando la Comisión en las últimas semanas".
"Hay que partir por cuidar todos los liderazgos, sin ninguna excepción de orden interno, de sensibilidad interna de regiones o cualquiera de los lugares del país", puntualizó el líder de la falange.
CRÍTICAS DESDE LA MISMA COLECTIVIDAD
Pese a esto, dentro de la misma colectividad ya hay voces disidentes con respecto al futuro, esto debido a las disputas durante el proceso constituyente y las elecciones internas que ha enfrentado a diferentes sectores democratacristianos.
"Verdaderamente nunca había visto al interior de la Democracia Cristiana posiciones tan estalinista donde se cancela a aquellos que tienen posiciones distintas", acusó el diputado Miguel Ángel Calisto.
En esta línea, el parlamentario señaló que este tipo de problemas "es lo que hemos visto en el último tiempo, con procedimientos viciados que ha tomado el Tribunal Supremo del partido, por ejemplo, suspendiendo la militancia de Fuad Chahín cuando el propio Servel ha señalado que el tribunal no tiene las competencias para aquello, porque no está en regla y eso lo advertimos nosotros hace bastante tiempo".
