El canciller destacó el gesto moral de la senadora de dejar la presidencia de la colectividad.
La gente no le perdonará al partido "que se pierda en la polvareda", dijo.
El canciller Alejandro Foxley dijo esperar que la renuncia de Soledad Alvear a la presidencia de la Democracia Cristiana sea asumida como "un gesto moral", para así terminar con los problemas al interior del partido.
"Espero que lo que ella ha hecho sirva como un gesto moral para remecer ese partido, para que la gente termine con las pequeñas viejas disputas de fracciones, que no hayan personalismos, deseos de protagonismo a costa de otros dirigentes y que finalmente se desarrolle un sentido de equipo", pidió el ex timonel del partido.
Foxley dijo de Alvear que "admiro su coraje, su generosidad para dar el paso que dio", y que en cuanto supo de su renuncia la llamó para expresarle su solidaridad ante su decisión.
"Lo que la gente no nos va a perdonar a la Democracia Cristiana -que solía ser el partido más grande de Chile - que nos perdamos en la polvareda en un tiempo tan difícil como cuando el mundo se introduce en una crisis financiera de envergadura y donde hay que tener unidad nacional para estar a la altura del desafío", añadió.
Quien fuera presidente de la Democracia Cristiana (1994-1997), destacó como metas a seguir la unidad y la construcción de acuerdos, entendiendo que hay que sumar fuerzas y no restarlas, y "ser siempre capaces de mirar con una postura más benigna los conflictos".
Errores y aciertos
Respecto a la renuncia de su colega de gabinete, María Soledad Barría, Foxley lamentó su alejamiento de la cartera de Salud porque "la vi trabajar con el alma y el corazón".
"Todos cometemos errores y también tenemos aciertos en la gestión pública, hay momentos difíciles, ella se tuvo que hacer a un lado pero estoy seguro de que ella va a seguir contribuyendo en el mismo sector salud en algún otro lugar", sostuvo.
