La prensa alemana destaca la participación del Presidente Gabriel Boric en la cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) a comienzos de semana.
"El salvador de la cumbre", resume en un titular del diario económico Handelsblatt, que en sus páginas comenta: "En Latinoamérica, los chilenos tienen fama de ser fiables y serios. Gabriel Boric, el presidente de Chile, acaba de mostrar en la cumbre de Bruselas que algo de cierto debe haber en ese cliché".
"Allí (en la capital belga) se reunieron hasta el martes más de 50 gobernantes de la UE y Latinoamérica en la primera cumbre celebrada desde hace ocho años.(...) Sin embargo, los representantes gubernamentales no tenían preparado nada en lo que ponerse de acuerdo. Se esperaba, sobre todo, que avanzara el acuerdo de la UE y el Mercosur. (...) Pero Brasil no elaboró en los últimos meses una propuesta de negociación conjunta del Mercosur"
"Muy diferente es el caso de Gabriel Boric, de Chile", contrasta Handelsblatt: "Él cumplió lo que había prometido hace un mes a la presidenta de la comisión Europea, Ursula von der Leyen, y previamente al canciller alemán, Olaf Scholz, y salvó así la cumbre: el país andino firmó con la UE una declaración de intenciones para una estrecha cooperación futura en materia de cadenas de valor de materias primas".
El artículo agrega que "a diferencia de muchos de los gobernantes izquierdistas de América Latina, Boric critica abiertamente las violaciones de derechos humanos en Nicaragua, Cuba y Venezuela; y rompe un tabú entre la izquierda latinoamericana. Hace poco, en una cumbre sudamericana, Boric no se había ganado las simpatías de Lula, y Gustavo Petro, cuando condenó la política de derechos humanos de Venezuela. Ahora tampoco debe haberles gustado a algunos gobernantes que se robara la película".
"UNA LÍNEA POLÍTICA CLARA"
En esta misma línea, el diario conservador alemán Die Welt releva la condena que hizo el Presidente Boric a la invasión rusa de Ucrania en la cumbre UE-Celac, que generó roces con otros mandatarios latinoamericanos, entre ellos el brasileño.
En un artículo titulado "Por qué el gobierno de izquierda de Chile es el único en América Latina que se opone a Putin", apunta que la declaración final del encuentro en Bruselas solo expresó una "profunda preocupación por la guerra que prosigue en Ucrania".
"Sin embargo —apostilla el Welt—, aún quedaba una posición clara en contra de la invasión de Moscú, y sobre todo de un jefe de gobierno de izquierda: el presidente de Chile, Gabriel Boric, criticó las posiciones estancadas de los latinoamericanos y aprovechó para hablar de taches".
Según el medio germano, "hasta ahora, nadie dentro de la izquierda dominante en América Latina ha expresado este hecho tan clara y claramente como Boric. Hasta ahora, el lema ha sido que Estados Unidos y luego Occidente en su conjunto son los oponentes".
Y agrega: "No es la primera vez que Boric se distancia así de las posiciones de la izquierda extrema o moderada de América Latina. Él ha trazado una línea política clara: 'Debemos defender los derechos humanos allí donde se violen, es igual dónde y por quién', repitió Boric ya antes de la cumbre".
En tal sentido, el Welt asevera que "ese enfoque en los derechos humanos se impone también en la toma de posición contra Rusia. Otro factor que quizás juegue un papel en la evaluación de alejarse de Rusia y acercarse a la postura de Europa, podrían ser también los redoblados esfuerzos de Bruselas por estrechar los lazos con Chile, económicamente clave. Junto a Brasil y Colombia, el país es considerado una importante opción para diversificar la lista de los grandes proveedores de materias primas del mercado europeo".
