Berti González señaló que no hay sistema que evite completamente un acto así.
El caso del violador y asesino de Isla Teja es el último que vivió la institución.
Berti González, sicólogo de la subdivisión operativa de Gendarmería dio a conocer que en lo que va del año 2008 se han registrado 13 suicidios de presos entre una población de 50.000 reos y aseguró que no existe sistema que pueda evitar por completo que una persona atente contra sí misma.
"Contando el de Andrés Muñoz estamos en el número de 13 (suicidios) y teniendo una población de alrededor de 50.000 mil personas privadas de libertad", declaró a El Diario de Cooperativa, en referencia al violador y asesino de dos niñas de seis y siete años en la Isla Teja de Valdivia.
"No hay ningún sistema de seguridad que sea tan riguroso que lo proteja a uno de sí mismo", especificó y agregó que "es muy difícil impedir cuando un sujeto tiene la decisión y la voluntariedad de eliminarse va a buscar cualquier segundo e instancia para hacerlo".
En el caso de Muñoz Soto, señaló que el hombre amarró un trozo de sábana a la llave del lavamanos que está a una baja altura y luego se sentó de modo de quedar colgado y suicidarse mediante ahorcamiento.
Aclaró que no había cámaras de vigilancia al interior de su celda, pero aunque hubieran existido es necesario que haya alguien vigilándolas permanentemente, sin embargo, el sumario interno debe determinar lo que "pasa con la rutina en la que tuvo que revisar regularmente al interno y que en ese momento en el cual el interno se suicida no estaba siendo observado".
Agregó que las sanciones que arriesgan los gendarmes ante un caso como este es desde una amonestación verbal hasta la expulsión de la institución.
