La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) decretó alerta amarilla comunal para Chiguayante (Región de Biobío) a raíz de un aluvión que durante la madrugada de este lunes llenó de barro las calles de la Población Santa Elvira.
Alejandro Sandoval, director regional de la Onemi, señaló que, "producto de las precipitaciones (de la pasada jornada), parte del sedimento del Cerro Manquimávida arrastrado por las aguas lluvias rebasó la piscina decantadora en el sector San Elvira, y se produjo una inundación de calles aledañas al sector con barro, que está siendo retirado por personal municipal".
"Hay tres viviendas afectadas, pero con afectación menor: inundaciones en los patios. Afortunadamente, no hay desgracias personales; hay afectación a las personas, porque hay varias cuadras inundadas con barro", relató.
"Parecía un volcán, un terremoto"
En el Cerro Manquimávida, durante el verano, se registró un incendio que dejó material terroso suelto. Eso fue lo que, en esta ocasiones, cedió debido a las intensas precipitaciones del último sistema frontal que pasó por el Biobío.
Luis Pereira, vecino del sector, relató que "se vino el aluvión no más desde el cerro, con todas las cenizas. Corrió todo para abajo, se escuchó fuerte esta cuestión; parecía volcán aquí, porque las piedras corrieron harto. Despertamos porque corrió todo, unas tremendas piedras".
Eliceda Araneda, otra residente del lugar, aseguró que "la culpa la tiene el alcalde", Antonio Rivas.
"Hace tiempo que estábamos peleando que cerraran la cantera allá arriba, (pero) la dejó así no más, y ahora cae toda la basura para acá. Parecía un terremoto... Me tuve que levantar, parecía un terremoto y después viene todo desde el cerro", dijo Araneda.
El hecho generó que se dispusiera un corte de tránsito entre las calles Bilbao y el cruce Santa Sofía, para poder sacar el lodo de las calles.
Se evitó una tragedia
Daniel Escobar, seremi de Obras Públicas en el Biobío, afirmó que "sirvieron mucho los trabajos que se hicieron en el mes de marzo; de limpieza de las piscinas decantadoras, quebradas...-".
"Éste fue un tema que estuvimos viendo en terreno con el alcalde en el mes de febrero, una vez ocurridos los incendios forestales, e inmediatamente hicimos un contrato de emergencia -como Obras Públicas- y limpiamos todas las piscinas decantadoras, que permitieron sujetar (el material) y que no pasase a mayores" la situación.
"Hubo un derrumbe: en la parte superior del cerro hubo un socavón de rocas y eso generó un tapón. Al mismo tiempo, botó mucho escombró y eso llegó a entregar tierra a las calles en la parte baja de Chiguayante, pero en la parte superior, donde tenemos todavía viviendas que estuvieron al límite de ser afectadas o anegadas, eso no fue así gracias a la anticipación", añadió Escobar.
Por su parte, el aludido alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas, dijo que esto lo habían advertido: "Los informes los tenemos, tenemos la experiencia, sabemos cómo detener el cerro, (pero) no nos han querido escuchar".
"No quiero lamentar tragedias. La responsabilidad va a ser de las direcciones y ministerios que correspondan. Ya interpusimos un recurso de protección, porque no se nos escucha", afirmó.
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