El recinto se encuentra funcionando de forma remota, pero no hay un plan de contingencia ante una posible crecida del río.
"Llevamos muchos años y no hemos podido lograr absolutamente nada", lamentó la vocera María Curriao.
Dos meses tomados por una comunidad mapuche cumplieron los accesos de la central hidroeléctrica Pangue, de propiedad de Enel, en el sector de Alto Biobío.
Ante la ocupación por parte de la comunidad Aukin Wallmapu, la central está siendo telecomandada, aunque esta situación no prevé el riesgo por crecida del río o por algún hecho de violencia.
La vocera de la comunidad, María Curriao, indicó que "estamos pidiendo que se haga una mesa de diálogo equilibrado, donde estén las autoridades de Gobierno, la empresa y nosotros. Aquí ya llevamos muchos años y no hemos podido lograr absolutamente nada y tenemos un convenio firmado del año 2016, tenemos un convenio firmado de la mesa de diálogo para el desarrollo con la comunidad plena, y del 2017, uno firmado con 22 familias donde no se ha cumplido nada de aquello, ni con la comunidad ni con las familias, que son temas diferentes".
Desde Enel, Daniela Zárate aseveró que Curriao es "líder de una de las comunidades efectivamente, pero que hoy día está en ese lugar con personas que no son de su comunidad y con personas que aparentemente ni siquiera residen en el territorio. No más allá de las cinco o seis personas que han tomado una medida de fuerza para bloquear el acceso a una central hidroeléctrica".
"Actualmente tenemos estas mesas funcionando con todas las otras comunidades, potenciando muchísimo el desarrollo socioeconómico con proyectos que ellos mismos definen porque de alguna manera están ligados a su propia pertinencia. La comunidad que es Puca Ralco hoy día está dividida en cuatro comunidades, por lo tanto, la conversación o el diálogo debiera darse con el territorio y no con una persona", puntualizó.
