Seis extranjeros, entre ellos un chileno, han sido arrestados desde noviembre en casos diferentes de narcotráfico en la isla indonesia de Bali que pueden llegar a acarrear la pena de muerte, revelaron este miércoles fuentes policiales.
Un empresario chileno, identificado como Pablo Vergara, fue arrestado en el aeropuerto internacional Ngurah Rai el 27 de noviembre con 77,26 gramos brutos de metanfetamina, informó hoy el portavoz de la policía aeroportuaria de aduanas, Teddy Triatmojo.
El chileno llegó en un vuelo de Thai Airways desde Bangkok a la capital provincial Denpasar y, tras pasar el control de rayos X, los oficiales de aduanas descubrieron una botella de cristal con metanfetamina líquida escondida dentro de un calcetín en su maleta de mano.
Los otros extranjeros, un suizo, un tailandés, una singapurense y dos hongkoneses fueron arrestados entre el 4 de noviembre y el 12 de diciembre en el aeródromo internacional de la turística isla.
Las mayores cantidades de narcóticos fueron confiscadas a los dos varones hongkoneses, que portaban 4 kilos netos y 3,2 kilos brutos de metanfetamina en estado solido, respectivamente.
Uno intentó ocultar la droga en cuatro paquetes de comida para perros, mientras que el otro utilizó una pared falsa en su equipaje para intentar el contrabando de 13 bolsas del narcótico más consumido en el país asiático.
El resto de las detenciones resultaron en la confiscación de 28,39 gramos netos de cannabis, en el caso del nacional suizo, 17,76 gramos netos de marihuana, al tailandés, y 0,35 gramos netos de cocaína, a la singapurense.
Indonesia cuenta con una de las legislaciones más duras del mundo respecto al tráfico de drogas, con castigos que van desde 5 años de cárcel a la pena capital para cantidades superiores a 5 gramos en drogas como la cocaína o la metanfetamina.
En lo que va de año la policía aduanera de Ngurah Rai de Bali registró 1.179 casos de narcotráfico, según Triatmojo.
Al menos 18 personas, incluidos 15 extranjeros, fueron ejecutados entre enero de 2015 y julio de 2016, la última vez que se aplicó la pena capital en Indonesia, según la ONG local de asistencia legal LBH Masyarakat.
