El director del Doctorado en Ciencias Políticas de la Universidad Diego Portales (UDP), Cristóbal Rovira, apuntó que el Gobierno de Sebastián Piñera no calza con el concepto de populista, pero sí se acerca a la demagogia al impulsar medidas como el control preventivo de identidad a menores de edad.
En conversación con Hablando De, Rovira explicó que la diferencia entre un populista y un demagogo es que este último busca "satisfacer las demandas en el corto plazo, para que quienes están en el poder logren mantenerse".
En la contraparte, un populista plantea "un discurso que plantea que la sociedad está divida en dos grupos: una élite que es mala, que es perversa, que es corrupta y un pueblo que íntegro" y que debe mantener su soberanía.
"Puede haber un vínculo entre los dos fenómenos, pero la demagogia puede ser utilizada tanto por líderes populistas como no populistas", dijo Rovira, autor del libro "Populismo. Una breve introducción".
El académico insistió en que "muchas veces las personas que están en el poder se guían en base a lo que dicen las encuestas y dicen: 'A mí me conviene hacer esta política pública porque, eventualmente, me subirán los niveles de aprobación.
De la tecnocracia hacia el populismo
Recordó que Chile, desde la década del 90, estuvo "mucho tiempo dominado por un discurso tecnocrático", que en alguna medida exhibía desprecio a la noción de "pueblo", y "últimamente (por el contrario) hay una deslegitimación de esos técnicos, en parte por los escándalos".
"Creo que lentamente estamos viendo un movimiento hacia la otra dirección, pero a diferencia de otros países, las fuerzas populistas en Chile no han ganado mucho terreno en las elecciones", indicó.
