La asociación gremial descartó que los consumidores deban asumir el costo del reemplazo del aparato por "dispositivos inteligentes".
Asimismo, aseguró que los clientes no pueden oponerse al cambio.
"Los medidores inteligentes no son financiados por los clientes de forma directa", dijo el presidente del gremio Rodrigo Castillo.
La Asociación de Empresas Eléctricas defendió la normativa vigente desde septiembre pasado que contempla que las distribuidoras de energía deben reemplazar por "dispositivos inteligentes" todos los medidores de consumo eléctrico.
La polémica surgió luego de que una publicación de Ciper asegurara que el costo calculado por la Comisión Nacional de Energía (CNE) para los cambios de estos artefactos, que asciende a mil millones de dólares (660 mil millones de pesos), tendrá que ser asumido por los clientes pese a que el nuevo medidor será propiedad de la compañía eléctrica.
Rodrigo Castillo, presidente del gremio, apuntó que "en este caso la nota tiene algunos elementos que son reales, pero hay una confusión de fondo, los medidores inteligentes no son financiados por los clientes de forma directa".
"No hay ningún cobro adicional a la cuenta normal", aseguró en conversación con El Diario de Cooperativa, subrayando que "ya no va a haber un cobro por arriendo como lo había en el pasado; se convierte simplemente en parte de la cuenta normal".
"Cuando se habla de una suerte de arriendo perpetuo, eso no es correcto, por primera vez hace de cargo de la empresa los medidores que en el pasado eran de cargo del cliente. Y a partir de ahora es parte de los costos generales de la empresa, como si fuera un poste o una línea eléctrica", sostuvo.
En tanto, precisó que "la cuenta promedio tuvo un incremento de 200 a 300 pesos dependiendo del nivel de consumo" desde septiembre.
El cliente "no puede oponerse"
Consultado sobre si el cliente puede oponerse al cambio del medidor, aseguró que "no, porque la norma técnica nueva hace exigible a la empresa, y por tanto a todas las personas, contar con un medidor de estas características".
"Los empalmes (eléctricos) sólo van a ser reemplazados si hace falta, y el costo va a ser asumido por la empresa, en el caso de los medidores sólo van a ser reemplazados una vez que corresponda en un período de siete años por la ubicación geográfica", explicó Castillo.
Tras el eventual cambio, el medidor sustituido quedará "obsoleto", situación ante la cual "las empresas están obligadas a tener un plan de manejo medioambiental respecto de todos los elementos que van a ser retirados", resaltó.
