Cuatro días de trabajo por tres de descanso, es la fórmula a la que aspira un proyecto presentado por un grupo de parlamentarios del PPD, el PS y la FRVS.
Incluye también avanzar en la concreción de la rebaja de las horas semanales de 45 a 40, que aún promueve la diputada Camila Vallejo, y luego llegar incluso a 38.
Diputados del PPD, el PS y la FRVS ingresaron a tramitación un proyecto de ley que propone reacomodar la carga laboral de los trabajadores, permitiéndoles trabajar cuatro días a la semana y descansar tres.
Uno de los impulsores, el independiente Raúl Soto (ex DC, hoy en la bancada PPD) sostuvo que "todos los estudios señalan que no es cierto que a más horas trabajadas, mayor productividad".
"Muy por el contrario, las horas tienen que ser efectivamente bien distribuidas", remarcó, apuntando que "es el momento de abrir un debate respecto a la posibilidad de tener una jornada laboral que permita a los chilenos y chilenas trabajar cuatro días continuos y descansar tres días seguidos".
A su vez, el presidente de la Comisión de Trabajo y coautor de la iniciativa, el diputado Tucapel Jiménez (PPD), señaló que "queremos cambiar el paradigma de que en nuestro país se vive para trabajar, sin importar el nivel de estrés, sobre todo en estos tiempos de pandemia, que está rondando nuestra sociedad".
"Un proyecto de estas características lo que busca es mejorar la salud mental, el tiempo familiar. Sin embargo, en ningún caso buscamos bajar la productividad o una reducción de salario. Por el contrario, planteamos una gradualidad en su implementación para que la economía no se resienta y se vaya adaptando a este tipo de cambio", agregó el legislador.
Otro de los firmantes del proyecto es el diputado Gastón Saavedra (PS), quien afirmó que la propuesta "mejora las condiciones de trabajo y las condiciones de vida del trabajador, y además, hará que exista un mayor compromiso de los trabajadores con los objetivos empresariales".
En el mismo sentido, "esperamos que estimule a los empresarios a tener un mayor compromiso con sus trabajadores, para que existan relaciones laborales de colaboración y de respeto entre trabajador y empresario", planteó el también integrante de la Comisión de Trabajo.
Destacó asimismo que "este proyecto abrirá otras perspectivas de desarrollo en los tres días de descanso del trabajador, como por ejemplo el turismo, la gastronomía. Es decir, va a producir un efecto positivo en la economía global del país".
La moción fue firmada y apoyada también por Andrea Parra (PPD), Rodrigo González (PPD), Jaime Naranjo (PS), Alejandra Sepúlveda (FREVS), Diego Ibáñez (CS) y otros diputados.
De todas maneras, esta idea no es nueva. De hecho, el actual Gobierno, cuando Nicolás Monckeberg (RN) era ministro del Trabajo, propuso este régimen laboral con 41 horas flexibles, en el marco de su plan de adaptabilidad laboral que buscaba competir con el proyecto que aún promueve la diputada comunista Camila Vallejo a fin de reducir de 45 a 40 las horas laborales semanales.
Todo ello antes de la crisis del coronavirus, pero con el teletrabajo como uno de los componentes del plan del Ejecutivo, modalidad que se ha impuesto prácticamente a la fuerza en el mundo laboral en tiempos de la actual pandemia.
Pese a ello, el diputado RN Francisco Eguiguren criticó que con esta nueva iniciativa "los parlamentarios de oposición quieren llevar al país el régimen de trabajo que tienen ellos, trabajamos cuatro días y pretenden que todo Chile trabaje cuatro días".
En cambio, "la preocupación de la izquierda debiera ser cómo generamos más trabajo y qué hacemos para que ese trabajo sea de buena calidad y con buenos ingresos", emplazó.
La nueva propuesta encabezada por el PPD incluye concretar también la rebaja de la jornada a 40 horas semanales, texto respectivo -de la diputada Vallejo- que permanece actualmente sin avance en segundo trámite, en el Senado; y llegar a 38 horas cinco años después.
La diputada Sepúlveda explicó que el proyecto "se está reflexionando desde hace bastante tiempo" y consiste en "una combinación entre los dos proyectos, entre las 40 horas y flexibilizar los tiempos en relación a la jornada de trabajo semanal".
"Todos los procesos de temas laborales son de largo aliento, por lo tanto vamos a empezar a trabajarlo", aseguró, pero -aclaró- "entendemos que hoy no es el minuto para aplicarlo".
