Secretario de Estado criticó reacción de la derecha contra ministro Velasco.
Rechazar partida de Educación "es matar una hormiga con un cañonazo", fustigó.
Aseguró que nada justifica la continuidad del paro de la ANEF.
El ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, lamentó que la discusión de la Ley de Presupuesto sea usada como un "instrumento político" tras las críticas contra el titular de Hacienda, Andrés Velasco, durante la discusión en el Senado.
"Lo que yo considero negativo es una tendencia que existe a usar la ley de Presupuesto como un instrumento de presión política", fustigó el secretario de Estado.
Según indicó en El Diario de Cooperativa, "si lo que se trata es hacer una crítica dura a un ministro de Estado, como quiere hacer la oposición, para eso hay otros mecanismos, pero la ley de Presupuesto es algo muy delicado y utilizarla es como jugar con fuego".
Durante el debate en la Cámara Alta, los senadores Juan Antonio Coloma y Hernán Larraín de la UDI pidieron a Velasco, presente en la sala, dar explicaciones y pedir disculpas por haber revisado el sitio de Eduardo Frei mientras se discutía la normativa la semana pasada.
Respecto a los dineros destinados a la cartera de Educación que fueron rechazados el martes en apoyo al paro de profesores, Viera-Gallo señaló que "si persistiera la tesis de la Cámara, quiere decir que el próximo Gobierno no tendría textos escolares, desayunos para los alumnos de la Junaeb y tantas otras cosas".
"Me parece que es intentar matar una hormiga con un cañonazo. No tiene lógica", sentenció.
La cordura de la ANEF
Ante la continuidad del paro de los empleados fiscales pese a la aprobación del 4,5 por ciento de reajuste, el ministro sostuvo que "si hay un mínimo de cordura y de sensatez en las distintas fuerzas políticas, la ANEF puede decir que ha obtenido el más alto reajuste que se ha dado en los últimos 20 años como aumento real de remuneraciones del sector público".
"Entonces -añadió- a mí me parece, como ha dicho monseñor (Alejandro) Goic, que nada justifica que pudiera continuar un paro del sector".
Según explicó, las demandas no fueron aceptadas en plenitud, porque "sino querría decir que los gobiernos serían presa de los gremios".
