Niveles de agua del Jordán están en el mínimo y amenaza con secarse.
Su ubicación en una zona de conflicto internacional reduce su salvataje.
Preocupación existe entre científicos y ambientalistas por las aguas del río Jordán, donde la creencia cristiana sitúa el bautizo de Jesús de Nazareth, ya que su caudal se ha reducido tanto que corre el riesgo de secarse.
Según una conferencia realizada sobre el agua el 2010 en la capital de Jordania, Aman, Israel, Siria y Jordania desvían alrededor del 98 por ciento del agua del mítico río, que, si hace 80 años tenía 65 metros de ancho, "hoy el nivel llega en algunos lugares apenas a los tobillos y hay que esforzarse para ver agua", dijo Gidon Bromberg, de la ONG Friends of the Earth Middle East.
Según denuncia un reportaje del diario Corriere Della Sera, unos 1.300 millones de metros cúbicos fluían anualmente por dicho río en 1930, y hoy no sobrepasa los 100 millones, por lo que el año 2011 está fijado como el año crítico.
"Hemos lanzado la alarma 2011, porque éste podría ser verdaderamente el año de la agonía", dijo Mira Edelstein, de la sección israelí de FOEME, al diario italiano, agonía que podría complicase ya que la ribera se encuentra en una zona de conflicto regional y cruza varios países.
