Cecilia Orlando señaló que a los 18 años la persona ha tomado todo el sol que debió distribuirse en 50 años y ha absorbido el 80 por ciento de radiación que podría haber recibido en su vida.
La dermatóloga y asesora médica de la Corporación Nacional del Cáncer (Conac), Cecilia Orlandi, señaló en conversación con El Diario de Cooperativa, que "años atrás veíamos los cánceres (de piel) promedio a los 40 años por la misma acumulación de la radiación, pero ahora lo estamos viendo cada vez en personas más jóvenes".
Estudios realizados en nuestro país señalan que a los 18 años, debido al adelgazamiento de la capa de ozono, la persona ha tomado todo el sol que debió distribuirse en 50 años y ha absorbido el 80 por ciento de la radiación solar que podría haber recibido en su vida.
El notorio aumento del cáncer de piel en los jóvenes se comprueba con cifras anuales de casos, en 1997 el 12 por ciento de los enfermos de cáncer tenía menos de 50 años; en 1999 la cifra aumentó a 20 por ciento.
La dermatóloga aseguró que pese a lo negativo de las cifras cada día está existiendo "un poco más de conciencia" respecto a las "nuevas condiciones que se están sabiendo por investigaciones".
"Nosotros como dermatólogos estamos tratando que la gente primero sepa que existen los filtros solares y los bloqueadores y que se preocupen mucho de sus niños chicos porque todo el daño de la radiación ultravioleta es acumulativo" comentó la profesional.
Orlandi explicó que "si empezamos desde ahora a proteger a nuestros niños, el futuro de ellos va a ser con menos cáncer que las generaciones actuales".
Para enfrentar los altos índices de radiación ultra violeta la doctora recomendó que para que la "protección sea efectiva, tenemos que buscar productos que ojala tengan sobre 15 de factor de protección solar". Además los niños menores de seis meses no deberían estar expuestos al sol en forma directa.
"Para ellos es un riesgo exponerse al sol pueden deshidratar, tener insolación con facilidad, porque son mucho más débiles sus mecanismos de adaptación al medio ambiente", acotó.
Sobre los seis meses y hasta los cinco años, indicó que es recomendable usar protectores minerales, que actúan como una pantalla física y tienen menos posibilidades de irritar la piel."Son esos que uno los ve (a los niños) blanquitos" explicó.
Con respecto al llamado que hizo este jueves el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), Orlando pidió que este tipo de productos fueran comprados "en las farmacias o medios establecidos, porque también existe alteración y se venden productos fraudulentos". Como los que ofrecen en las ferias libres "que no se puede saber si son de verdad o no".
La dermatóloga aseguró que los protectores solares tienen fecha de vencimiento y que es responsabilidad del consumidor exigir que este visible al momento de la compra, además recomendó que estos productos "duran lo mismo que un cosmético, entre tres y cuatro años" y que no es bueno "usar los restos de protector que quedan de un año para otro".
El factor de protección del producto aumenta proporcionalmente el tiempo de exposición al sol. Por ejemplo: Si una persona puede estar al sol, según sus características de piel, por un lapso de 15 minutos, usando un bronceador factor 10 aumentará diez veces dicho tiempo, vale decir con protector podrá exponerse al sol durante 150 minutos sin temor a sufrir un eritema (enrojecimiento de la piel).
"Hay que mirarse la piel"
La dermatóloga asesora de la Conac explicó que "hay dos tipos grandes de cáncer" que afectan a la piel: el "melanoma" y el "no melanoma"
El primero es "altamente agresivo" y se reconoce por la presencia de lunares. "Si nos empieza a picar, se pone rojo en el borde, empieza a crecer, o cambia simplemente, más vale consultar" porque según explicó, es altamente agresivo, "puede dar metástasis, (…) y podemos tener complicaciones de órganos internos y la muerte".
En el caso del cáncer 'no melanoma' se puede identificar porque "se van desarrollando como escamitas que pueden tener la superficie áspera, un poquito rojo en la base, o heridas como la espinillita que no cicatriza" explicó la profesional.
En todos los casos, Orlandi recomendó consultar a un especialista ante cualquier lesión o lunar que parezca extraño, para poder actuar con prontitud.
La doctora manifestó, con respecto al uso del "solarium que "eso si que es pecado (…) para nosotros los dermatólogos deberían estar todos cerrados, porque de por sí la radiación que da el solarium es ultravioleta de onda altamente acumulativa y más encima estas máquinas las están concentrando".
Orlandi advirtió que el "bronceado es muy dañino por cualquiera de los dos métodos". Y exhortó a ser más cuidadosos con la exposición al sol ya que en Chile la situación es grave. Se calcula que 10 de cada 100 mil chilenos padece este mal.
