Héctor Valdés dijo que lo ideal es usar tecnología estadounidense o europea.
Hizo un llamado a que las mujeres no se operen por capricho estético.
El cirujano plástico Héctor Valdés hizo un llamado a la calma y no apresurarse en sacarse los implantes de silicona de la marca francesa PIP que tiene problemas de fabricación, porque sólo amerita sacárselo si es que hay algún problema.
Desde Madrid, el cirujano dijo a Una Nueva Mañana que "siempre en medicina hay que ver cuál es el mal menor", y lo importante por ahora "es no retirarlos, salvo que las posteriores investigaciones francesas digan 'no, esto era efectivamente un componente que se había vulnerado'".
Para las pacientes que tienen dudas, el médico explicó que todo implante tiene un código que se anota en la ficha clínica para mantener la estadística de qué material se usa, "y eso es muy fácil pesquisarlo", por lo que recomendó hacer una ecografía y ver el estado del implante.
Aunque la rotura de estos implantes es un índice "bastante bajo", del orden de un 0,3 por ciento", Vald's dijo que "toda paciente que tiene un implante de cualquier marca, sabe que tiene un riesgo de rotura, y cuando se rompen, se cambian".
Si se sospecha de alguna anormalidad, dijo el médico, "tiene que ser examinada para ver si corresponde a una rotura o no", chequeo que debe realizarse a su juicio anualmente para revisar.
Valdés dijo que, a la hora de ponerse implantes, es "idealmente utilizar" tecnología norteamericana o europea, porque "estos países efectivamente tienen una legislación y una vigilancia realmente que funciona, versus países asiáticos".
Por ello Valdés emplazó también a "que la gente no se opere por un capricho" de aumentarse estéticamente el busto porque cualquiera cirugía "tiene riesgo de muerte".
